Editorial Nº8

Mi columna dominical pretende ser realidad (o no) y  ficción (o no) semana tras semana. Una mezcla de temperaturas. Es la forma que encuentro para mostrarles que lo importante  es lo que pasa entre foto y foto.

Buscaré aquí un guiño que vaya bocetando el propio sistema de creencias de una persona normal, que intenta un balance para que la vida tenga sentido todo el tiempo. Salud!

FRIO

7.10 de la mañana y los adolescentes no llegan. Justo entran. En lugar de dejar la llave a mano los recibo y marco un poco de presencia. Voy a aclararle a mi hija que no se sale por dos noches porque “estas no son horas de volver” y “quien se cree que es porque yo a su edad” y en mi mente empiezan a marchar en fila los soldados del ejército del terror y no paro y no paro y no paro y salto de la cama “porque hay cosas que sólo se solucionan con rigor” y entonces abro la puerta y!! Ahi está mi hija con su sonrisa de disfrute y está bella y la veo tan grande y tan entera y tanto más plantada que yo a esa edad, y resulta que la música estuvo genial y fue la mejor fiesta de las cinco y la pasaron genial y todo dentro del límite sano y estuvieron todas las amigas. Y todos los soldados mentales empiezan a derretirse, se hacen arena. Y a las 7.25 am sus fideos con tuco se mezclan con mi café Valdéz con leche de almendras. Juan tenía razón otra vez. Sólo se divertían y seguro no era para tanto. Y él sale a correr y me invita a meditar a la playa y ella saluda porque se va a dormir 7.30 y yo la dejo descansar y yo puedo meditar y hacer yoga y todo está bien así, tambien.
Esta última parte creo que va en calor; pero empezó helada de furia cuando salté de la cama a ponerle los patitos en fila. Porque cómo podía ser. Cómo podía ser! No siempre hace falta el rigor. Cómo puede ser! Lo que aprendi de hija, lo vengo a desaprender como madre. Oprah en su nota de hoy, y a distintas escalas -claramente- dice que lo que no le enseñó su madre, lo aprendió de Maya Angelou. Y porqué no? Y que el libro que le cambió la vida para siempre pero para siempre, es uno de Zucav que se llama “The seat of the soul” y desarrolla el principio de la intención, o sea que es lo que existe antes de un acto. Zucav dice que hay una razón detrás de lo que hacemos. La verdadera intención.

CALOR

Esas cosas que trae enero. Entre la velocidad y la pausa. Nos subimos a un avión y Isabel de 7 años tenía miedo que nos pasara algo. Empezaban las vacaciones. El primer recurso que se me ocurrió fue habilitar el miedo y googlear la película “Intensamente”. No soy una eterna habilitadora ni soy la Madre Teresa y se me suelta la cadena muchas veces. Pero muchisimo menos que hace 5 años atrás. Diría que me enojan 1 de las 10 cosas que me enojaban hace estos años. Con amor, sin magia, con red de ayuda y la convicción de la vida que me imaginaba logro crecer. Cuestión que en “Intensamente” hay 5 personajes: 5 emociones: Tristeza que anda por la vida vestida de azul. Alegría o Joy que va radiante salticando de amarillo. Disgusto emponchado en verde. Furia empapado de rojo y Miedo vestido de violeta puro. Quién sería una amiga tuya vestida de rojo todo el tiempo, Isa? Le pregunté. Me respondió. Está bueno andar vestida de rojo todo el tiempo? “No mamá” Y porqué no? Pregunté. Me respondió. Quién de los primos está vestido de violeta para vos Isa? Respondió. Y por qué te parece eso? Pregunté y ella respondió. Y de qué color es el pensamiento del avión que estás teniendo ahora hija? Azul o Amarillo? Azul, mamá. Muy bien, es un pensamiento triste. En la película, a vos te gusta que Tristeza este toooodo el tiempo pensando asi? Hay días en los que podemos pensar en azul pero tenemos que ayudar a la cabeza a pensar en amarillo todo lo que se pueda hija. Viste que mamá medita y vos la ves en silencio? Y Pipe se rie pero de noche le pide que le ponga meditaciones? Los grandes también tenemos que aprender a pensar todos los días en amarillo. No va a pasar nada malo en el avión. El beso que me dio de la nada a los 5 minutos! Creo que hablarle con la película fue un recurso bien calentito. Somos la llave de nuestro destino. Como Oprah. Porque no? Que se abran sus puertas señores.

Salud!

L.-

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