Inflamación

Jugar con fuego.

La inflamación es como un fuego en el cuerpo que no siempre se ve a tiempo. “Es un proceso latente que afecta los tejidos, las articulaciones y los vasos sanguíneos, y que no se hace notorio hasta que el daño ya es significativo”, dice el doctor Andrew Luster, del Center for Immunology and Inflammatory Diseases del Massachusetts General Hospital. Sus manifestaciones más comunes son artritis, trastornos cardíacos, accidentes cerebro-vasculares, diabetes, asma, depresión, trastornos digestivos, cáncer e incluso Alzheimer.
“Sin embargo, la inflamación no es mala en sí misma. Juega un rol importante en la defensa del cuerpo. Pero debe mantenerse a raya. Porque hay dos tipos de inflamación: la aguda y la crónica. La gente está habituada a reconocer una inflamación aguda por el enrojecimiento, el calor y la inflamación de los tejidos que aparecen cuando uno se corta o se golpea”, dice Luster.
La inflamación crónica, en cambio, es otra cosa. Produce la misma reacción que la aguda, pero no se ve. El ejército de glóbulos blancos que acude a una zona dañada para defenderla, en este caso no se va. Y, al final, termina afectando tejidos y órganos que estaban saludables.
La inflamación crónica puede dispararse como respuesta a algo que el cuerpo percibe como una amenaza, como una toxina (tabaco, por ejemplo), o exceso de células grasas (sobre todo en la zona abdominal), o síndrome del intestino permeable (que deja pasar al torrente sanguíneo cosas que no debería).

Palabra autorizada
La mejor manera de controlar la inflamación crónica es a través de una alimentación libre de comidas inflamatorias, pero también puede requerir otros ajustes en el estilo de vida.
El doctor Facundo Pereyra es médico clínico y gastroenterólogo. Hace algunos años diseñó junto a su equipo un programa de salud llamado MDB15 (Medicina Digestiva para el Bienestar en 15 días) que consta de un score-diagnóstico y de un protocolo de manejo con dieta de eliminación, administración de probióticos y técnicas de gestión del estrés. Los beneficios que se logran al cabo de los quince días del programa trascienden el aparato digestivo: se registra mejoría en el ánimo, piel, metabolismo y peso, en hormonas, músculos y articulaciones. El MDB15 se encuentra gratis online y ofrece asesoramiento y coaching. TheGelatina lo entrevistó:

¿Cuál es la diferencia entre la inflamación buena y la inflamación mala?
La inflamación es parte del sistema de defensa natural del cuerpo. Ayuda a el cuerpo a protegerse y a curarse a sí mismo. Sin embargo, cuando el sistema inmunológico se desequilibra, la inflamación puede desencadenar un exceso de sustancias irritables para distintos órganos del cuerpo. Se denomina a esto inflamación crónica de bajo grado o silente. Este estado puede provocar una amplia gama de problemas: aumento de peso, retención de líquidos, fatiga, niebla cerebral, síndrome del intestino irritable, trastornos de humor, dolores de cabeza, congestión nasal y sinusal, dolores en las articulaciones, acné, eczema y muchos más. Y también puede detonar enfermedades autoimunes y predisponer al Alzheimer, a la obesidad y al cáncer.

¿Cuál es la relación entre comida e inflamación?
El azúcar que comemos, las dosis altas de aceites y grasas incorrectas en la dieta, los alergenos ocultos en los alimentos (gluten, lácteos o fructosa) son las causas más importantes de la inflamación crónica de bajo grado. Cuando las personas piensan en alergias alimentarias, generalmente se imaginan a alguien que, por comer un maní, termina en la guardia con la lengua hinchada, urticaria y bronco espasmo. Esto se llama comúnmente alergia inmediata y es muy grave, pero no tan común. Pero hay un tipo de reacción a los alimentos que es mucho menos dramática e igual de problemática. Se llama intolerancia alimentaria (o reacción de hipersensibilidad retardada IgG) y puede causar los síntomas de la inflamación crónica de bajo grado, desde pocas horas hasta días después de una ingesta.

¿Cuáles son esos alimentos amenazantes?
Aunque cada cuerpo es distinto, hay algunos alimentos que irritan el sistema inmunitario más que otros: el gluten, los lácteos, la leche, el azúcar y las carnes rojas. Consumidos en exceso, pueden dañar el revestimiento del intestino, que es la barrera crítica que mantiene las toxinas y los alergenos dentro del tracto intestinal. El intestino permeable permite que algunas partículas de los alimentos atraviesen esa barrera y el sistema inmunológico las reconoce como amenazas. Y así es cómo algunos alimentos terminan provocando inflamación crónica de bajo grado. Dicho de otro modo: el intestino permeable es la causa más común de inflamación crónica de bajo grado.

¿El único causal de la inflamación es la dieta?
No, pero es la más común. Otras causas frecuentes son el estrés crónico, el sedentarismo, la obesidad, la falta de sueño, el tabaquismo y el alcoholismo.

¿Como incide la inflamación en la activación de enfermedades autoinmunes?
La autoinmunidad se da cuando el sistema inmunológico se confunde y su propio tejido queda atrapado en el fuego cruzado. Las enfermedades autoinmunes están conectadas por un proceso bioquímico central: una respuesta inmune desproporcionada que se origina en una inflamación crónica de bajo grado y que hace que el cuerpo termine atacando sus propios tejidos. Aunque se desconoce exactamente cuál es el origen del proceso, sabemos que la clave para “enfriarlo” es modificar las causas de la inflamación mediante ejercicio, control del estrés, reparación intestinal y una dieta antiinflamatoria.

¿Cuál es la relación entre la inflamación y los problemas de la piel?
Muchas veces los problemas de piel son una señal de que el cuerpo padece inflamación crónica sistémica. La solución debe apuntar a reducir la inflamación y no tanto a aplicar productos sobre la piel. En mi experiencia profesional, muchos pacientes con eccemas, urtirarias, dermatitis y psoriasis mejoran su piel al atender el síndrome del intestino permeable.

¿La dieta antiinflamatoria es la misma para cualquier cuerpo?
En mi práctica profesional, clasifico a los pacientes en dos grupos según su trastorno:

  1. Pacientes con síntomas digestivos con criterios de inflamación crónica de bajo grado. A ellos les retiramos transitoriamente el gluten, los lácteos, las legumbres, azúcar, carne roja, alcohol, mate, café, conservantes y aditivos, ciertas frutas y verduras con alto contenido de FODMAP (agentes irritantes para el intestino).
  2. Pacientes sin síntomas digestivos con criterios de inflamación crónica de bajo grado. A estos pacientes les recomiendo un protocolo autoinmune que es similar al anterior pero además restringe el consumo de frutos secos, semillas y las llamadas solanáceas (tomate, patatas, berenjenas). A diferencia de los pacientes del primer grupo, en esta dieta no hay otras restricciones de frutas y verduras.
    Los protocolos de las dietas antiinflamatorias en general siguen un patrón similar: primero se eliminan algunos alimentos durante un período que va de una a tres semanas y luego se vuelven a introducir gradualmente. De este modo se detectan los alimentos problemáticos y se puede personalizar la dieta. Una vez estabilizado el organismo, se sugiere una alimentación con “comida real” que dé prioridad al consumo de vegetales (cuantos más colores, mejor), proteínas de animales de pastoreo, grasas saludables (coco, oliva, palta, semillas, frutos secos y pescado). También se recomienda consumir alimentos probióticos. Lo que se desaconseja es el consumo de alimentos procesados (todo lo que venga en paquete), harinas refinadas, alcohol y azúcar.

¿Cura todo?
La inflamación hoy está en el foco. Abundan los estudios que ven en ella la posible causa de múltiples trastornos, además de los nombrados en esta nota. La mayoría de estos estudios va en línea con la idea de que alcanza con volver el tiempo atrás, y copiar la alimentación y el estilo de vida de nuestros ancestros, para revertir determinadas patologías metabólicas.
“En medicina, sin embargo, creer que algo es cierto no es lo mismo que probarlo. Porque la idea de que la inflamación -la constante activación del sistema inmunológico- pueda ser la raíz de muchas enfermedades está a la orden del día, y sin embargo requiere de pruebas contundentes. ¿Acaso enfermedades que tocan sistemas tan dispares como el cerebro, los pulmones, el hígado y las articulaciones pueden compartir un mismo nexo biológico? Hay bastante evidencia de que algunas condiciones crónicas son de hecho disparadas por la inflamación de bajo grado. Pero se necesita mucho ensayo clínico para comprobarlo”, dice Jonathan Shaw en la nota Raw and Red-Hot publicada en Harvard Magazine.

El proyecto Mdb15 es gratis y se puede acceder a él a través de @drfacupereyra. Allí mismo se realiza un test y se accede a un plan antiinflamatorio y a su seguimiento. TheG está comprometida con el camino que empieza por sanar el cuerpo para sanar después el alma.


  • Excelente nota! Comencé hace ya medio año se me inflamaba la panza como un globo. Los médicos me iban sacando comidas y cada vez podía comer menos cosas. Tomaba leche, que había tomado siempre, y me brotaba. Comía por ejemplo, una ensalada con lechuga y me volvía un globo. Empecé a leer sobre la inflamacion y darme cuenta que la lactosa y el gluten son enemigos totales. Los empecé a dejar. Y a prestar atención en lo que comía. Ya ni harina había en mi vida. Una dieta súper cuidadosa con verduras que no inflaman con alimentos que me hacen bien, casi todos sin tacc. Mi vida cambió totalmente. No sólo no me inflamo, mi piel es otra. Mi ánimo es otro. Y ya no tengo estados tan sube y baja como antes. Estoy encontrando un equilibrio en la vida. No puedo consultar al médico por la cuarentena, ya lo haré para contarle este proceso, pero aseguró que me voy sintiendo más feliz que nunca. Gracias amé esta nota.

  • Buenos días. Muy, muy interesante el artículo y quiero hacerme un test. Pero fabuloso el artículo es todo lo que me pasa a mi absolutamente todo…muchas gracias… Saludos

  • Excelente su forma de comunicar. Inicié hace 10 días la dieta, me siento muy bien. Después de tantos diagnósticos fallidos. A la brevedad me contactaré con ud. Gracias!!!

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