Editorial Nº20

Mi columna dominical pretende ser realidad (o no) y ficción (o no) semana tras semana. Una mezcla de temperaturas. Es la forma que encuentro para mostrarles que lo importante es lo que pasa entre foto y foto.

Buscaré aquí un guiño que vaya bocetando el propio sistema de creencias de una persona normal, que intenta un balance para que la vida tenga sentido todo el tiempo. Salud!

Frío

Veinte domingos de periodismo emocional y ciencia. En un contexto en el que es importante apostar, confiar, emprender, encontrar una comunidad que guiña, que custodia, que confía, que crece. Gracias, gracias, gracias por estar con nosotros con tanta responsabilidad y respeto.

Aquí, en tiempos de atarnos los zapatos, ajustarnos los cinturones, vestirnos con ánimo día a día, no pijamear siempre, sí de a ratos, donar a causas de salud con tiempo o dinero, u horas digitales, honrar a nuestros médicos, confiar en nuestros gobernantes y quedarnos en casa, con o sin hashtag.

Tenemos una hermosísima nota este domingo que habla de la tristeza, nos cuenta que la tristeza normal viene y va. Nos levanta la alerta de la depresión. De la importancia de pedir la ayuda que necesitemos, hay mucho hoy para quienes sientan que no pueden solos. La mente es traicionera.

Quizá nosotros nos debamos muchas más disculpas que la que nuestra mente nos narre.

No nos dejemos caer si estamos en una narrativa de pena que no nos deja levantarnos seguido de la cama. La autocompasión en estos tiempos de vencimiento es un aliado clave. Qué es la autocompasión? Me gusta verlo como la voz de una madre resonando en nuestra mente, en una intimísima meditación con nosotros mismos. Salgan de ahí, busquen un médico, un amigo, un amor, salgan de la tormenta en estos tiempos de aislamiento obligatorio que pasará. No estén solos. Que les tiendan una mano para vestirse. Para cuidarlos. Hasta el gobierno permite eso. No dejen que la tristeza se quede. Lean el protocolo que la Facultad de Psicología de la UBA puso a disposición.

Estuve en un vivo con la Dra. Rachels Schwartzman @Rachels_nd (aclaro que detesto la invasión de vivos en Instagram de quienes no son referentes o líderes de opinión, justamente creo que necesitamos silencio y sólo información valiosa).

Y ella resumió en 5 puntos cómo mantener sano en estos tiempos el sistema inmune.

  1. Comer sin estresarnos. Esto es básicamente evitar el azúcar blanca. Y si e consume un día al día siguiente es un nuevo día. Bienvenida la miel, el syrup. Frutas son amigas. A medida que se vencen los atracones de azúcar el cuerpo menos los pide.
  2. Mantener sano el intestino: Tomar Pro bióticos de la forma que sea, kéfir, kombucha, en cápsulas, se puede dar a bebés a niños. Necesitamos alimentar nuestras entrañas. Vean la nota de hoy. Vitamina D: usamos protección solar, sombreros, casi siempre da en déficit, sí o si el suplemento es necesario. Tomar Fish oil: 1000 mg por día, que incluso tiene vitamina A.
  3. Tomar hierbas naturales, que crecen de la tierra y nos enraízan: suena raro pero me encantan y hace una hermosa simbiosis con los suplementos. Hay fórmulas anti estrés, para dormir mejor, miles, ya se venden preparados.
  4. Salir aunque sea a la ventana a que le de la luz a la zona del tercer ojo donde se ubica la glándula pineal que produce la melatonina que identifica el día y la noche para que el encierro no confunda el ciclo del día y la noche.
  5. Ejercicio aunque sea 7 minutos por día estés donde estés.

Calor

9 de la noche de un sábado en cuarentena.

Varsky hijo comparte con Varsky padre su programa de la materia radio que cursa en su colegio. Gran momento para oír esas correcciones mientras Isa la de 7 me maquilla. Miguel Simón está de invitado. Juan le dice que lo mejor que le puede pasar a un conductor es que los invitados hablen entre sí y que el conductor ahí no debe intervenir. Buen dato que me guardo. Valentín también. Nivel de maquillaje superior.

Lo único que me calma el dolor de cintura desde siempre es la almohadilla eléctrica. Y el óleo 31 de Just. El dolor me volvió porque estoy mucho tiempo parada y muchísimo de ese tiempo es limpiaaaando siiiiin parar, cocinando, lavando platos, colgando ropa, ordenándola en 7 pilas diferentes por cantidad de habitante del hogar. Cero queja eh, al contrario. Me parece un dato acogedor. Ese momento de llegar a la cama con un buen amor y compañero es pura magia. La lámpara de sal a esa hora siempre está ya prendida, su luz hace lo suyo, ioniza el ambiente, lo limpia de manera natural. Muchos la comparan con una ventana abierta. Sana los espacios. Es un capricho en TheGelatina hoy.

Guiso de arroz con albóndigas. Sopa de verduras natural. Tira de asado con arroz yamaní y wok de verduras. Viernes de pizza. Suprema de pollo con papas. Fideos sin gluten y pesto de espinacas y pistachos. Mini sándwiches de milanesas. Tacos de pollo y queso. Empanadas y niños envueltos. Fideos con crema. Lo que hay en la heladera. Sándwiches de lomito a la parrilla eléctrica (no quiero tener que limpiar la parrilla verdadera). Ensalada de granos varios y pechugas de pollo, también arroz común). Y a repetir algunos platos ahora. Generalmente la hija mayor cocina tortas dulces para la hora del té. O de postre. O para el postre y para el té. Lo del azúcar blanca algunos no lo cumplen (imos) siempre.

Lo de los suplementos sí.

Lo del sol también.

Lo del ejercicio también.

Lo de la glándula pineal también,

Lo de los probióticos también.

Vitamina D también.

Salud!

L.-