Rachel Hollis

“Me acuerdo de aquella primera foto que subí a mi blog. Era un artículo sobre parálisis facial y lo subí con una foto mía. Tuve tres parálisis faciales, me agarra cuando estoy muy estresada. Entonces escribí una entrada del blog sobre el tema y pensé que ayudaría mucho a otras mujeres -este fue siempre mi objetivo- subir una foto mía con mi parálisis. No es para nada una foto linda, tengo mitad de la cara torcida. Inmediatamente recibí una llamada de mi publicista diciéndome tenés que bajar esa foto, no podés dejarla, si no la bajás rápido va a quedar ahí para siempre. Todavía está, podés buscarla si querés. Es que cuando mi publicista me pidió que la baje yo ya había recibido miles de mensajes de mujeres con palabras de aliento. No, le contesté a mi publicista, vamos a dejar la foto donde está.”

Rachel Hollis creció cerca de Los Ángeles en una familia pentecostal. Su padre era pastor como su abuelo y, aunque todo el mundo creía que su hogar debía destilar el mismo clima de amor que oraba su padre, lo cierto es que Rachel tuvo una infancia difícil. Desde muy chica imaginó la manera de irse. Quería ser maestra, y hacer reír a las personas, pero terminó estudiando Artes Dramáticas. Es la fundadora de TheChicSite.com, está casada con @mrdavehollis y juntos dirigen @theholliscompany, un medio de coaching, inspiración y comunidad orientado a ofrecerle a la gente las herramientas para alcanzar su mejor versión. Además, tienen cuatro hijos y un podcast que se llama Rise Together (nuestro elegido de la semana) donde charlan entre ellos y así, como quien no quiere la cosa, dan consejos de pareja.

“Hago contenido sobre lifestyle. Temprano en mi carrera me di cuenta de que las mujeres aspiran a estilos de vida imposibles de lograr. Por eso me propuse ser sincera desde el principio. Y por eso subí una foto mía con parálisis facial. Cuando me tocó ir a un lugar fancy, como a los Oscars, lo nivelé con un posteo sobre mi lucha contra los kilos de más y fotos de mí con 20 kilos arriba. Toqué todos los temas: mis crisis matrimoniales, la depresión posparto, el suicidio de mi hermano, mis celos, miedos, enojos, las veces en que me sentí fea, desvalorizada, poco amada. Quise ser totalmente transparente sobre la persona que soy y de dónde vengo.”