Qué le pedimos a los astros.
Se le atribuyen muchos poderes a la astrología. Justifica maneras de ser, explica por qué alguien está solo o si el año que viene le va a ir bien en el trabajo. Hay quienes sólo se mueven en sincronía con los astros y adaptan sus agendas a los tránsitos; hacen intenciones con cada luna nueva o se preparan para cerrar un capítulo con cada luna llena. Y después están sus detractores, naturalmente. Cuando irrumpió COVID-19, The New York Times sacó una nota titulada Will Coronavirus Kill Astrology?, que se basaba en el dato de que ningún astrólogo había anticipado la pandemia. Lo que tampoco es cierto, porque Boris Cristoff lo dijo con todas las letras en 2016: “Los planetas pesados, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón son los que pueden decir algo. Por eso ellos son los indicadores de los grandes problemas, y cuando están juntos, o mejor dicho alineados, hay un caos. Primera deducción: en 2020 va a haber otra pandemia muy grande (la anterior a la que hace referencia es la peste negra, en 1347).”
Facciones aparte, ¿por qué nos interesa la astrología? ¿Qué buscamos ahí? ¿Qué cosas depositamos en los astros, como si fueran divinidades que escuchan? ¿O más bien es al revés, y lo correcto sería afinar nuestros oídos para escuchar la música de las esferas?
Las personas queremos que nos digan lo que tenemos que hacer. Sobre todo cuando estamos angustiados. Y entonces recurrimos a la astrología para confirmar nuestras suposiciones, o lo que queremos creer. Aunque se basa en cálculos matemáticos, esta disciplina antiquísima no es una ciencia, pero hay que reconocerle la virtud de darnos perspectiva. La astrología bien entendida afloja nuestra manía egocéntrica y nos ubica dentro del cuadro de fuerzas que operan sobre nosotros, que no controlamos y que cambian todo el tiempo. Lo que la astrología enseña -como lo hacen muchísimas otras disciplinas más o menos ancestrales, más o menos populares- es esa noción a la vez simple y compleja: esto también pasará, son los ciclos de la vida.
Los astros dicen
TheG entrevistó a Priscila Maciel, la responsable de la cuenta @losastrosdicen, que tiene más de 90 mil seguidores. Recibida en Casa XI, Priscila se dedica a la astrología predictiva.
La astrología predictiva es la que no tiene tan buena prensa, ¿no?
Yo me especialicé en astrología antigua y predictiva con Robert Zoller y
Debora Houlding. La astrología nació en Babilonia, se desarrolló en Grecia y tuvo un fuerte impulso con la influencia de la astronomía árabe. En realidad, la astrología clásica era esencialmente predictiva, esa disciplina que observaba el cielo para explicar los fenómenos de la tierra.
La astrología humanista, con la carta natal o individual, nace mucho después y es muy enriquecedora para el auto-conocimiento. Yo aplico las dos según la consulta. Para identificar patrones de conducta uso más la astrología humanista, pero cuando alguien me pregunta por el futuro de su trabajo, por ejemplo, me baso en la antigua. Aunque no hay una única manifestación de las energías: se transitan de distintas maneras.
¿Es un saber exacto?
La astrología no es una ciencia, aunque es súper precisa. Hay una astrología que se llama horaria que es muy antigua y te puede ayudar a encontrar cosas. Por darte un ejemplo, perdés el documento y levantás la carta del momento de la pregunta: en esa carta está la respuesta. De allí su nombre, porque se realiza en la hora exacta que el astrólogo comprendió tu pregunta. Y entonces -de acuerdo a la consulta- buscás los significadores para buscarlo mejor, usás la carta como una brújula: cada signo da determinadas características de cómo buscar arriba-abajo, cada elemento y cada planeta representa un lugar, y así hasta que ubicás lo que perdiste. Yo siempre digo que el astrólogo puede equivocarse pero la astrología, no.
¿Cómo se consulta? ¿Hay algo en la formulación de una consulta que puede sesgar la respuesta?
No tenés que preguntar cosas banales, porque la astrología horaria funciona con la profundidad del alma y es el universo el que te da el mensaje. En realidad, el universo siempre nos da mensajes, pero estamos tan racionalmente programados que dejamos de escucharlo. La astrología es una herramienta que nos vuelve a conectar con esos mensajes.
¿Qué busca la gente en la astrología?
Tranquilidad, una explicación que nos ayude a comprender por qué nos está pasando esto, algo que nos calme. Otra gente recurre a ella porque se acostumbró a seguirme y les sirvo de guía diaria, en mi caso, porque ofrezco un servicio de coaching que puede ayudarte a hacerte consciente. Es como con el clima: si te vas a Colonia navegando es raro que no mires antes cómo va a estar el tiempo.
¿La astrología predictiva toma decisiones por mí?
Las decisiones las toman las personas. Lo que yo hago es explicarles cómo pueden estar de favorables ciertas situaciones o ciertos aspectos de su vida. Les puedo mostrar dónde van a tener más desafíos y llevar esa energía a la conciencia para trabajarla, para expresarla. Si tenés a Marte muy activo y vos sos una persona que no se conecta con su deseo, probablemente vengan de afuera situaciones que te empujen a hacerlo. Porque el destino no es nada más ni nada menos que la parte de nosotros que no integramos, nuestra sombra. Para lograr un cambio afuera hay que cambiar adentro, no queda otra.
Hagamos una mini-clase de astrología para definir los básicos.
Sol: es nuestra esencia, nuestra energía masculina, es el hombre, nuestro papá. Es la vitalidad.
Luna: es la madre, la emocionalidad, nuestro mecanismo instintivo emocional. Es la manera como te enseñaron a amar.
Ascendente: es tu experiencia de destino. Es desde donde parte la división del cielo en doce áreas (las casas) en el momento en que vos naciste. También es el físico de la persona: cuando no había relojes todavía, se deducía el ascendente por el aspecto físico.
Tránsito: la carta natal es una foto fija del momento en que vos nacés, pero los planetas se mueven todo el tiempo. Los tránsitos indican en qué lugar están los planetas en el momento en que hacés una consulta y qué contactos están haciendo en el cielo y sobre tu carta natal.
Revolución: es la vuelta del planeta al mismo lugar que estaba cuando vos naciste, o en un ciclo equis. Revolución solar es cuando el sol vuelve al lugar que estaba cuando vos naciste (tu cumpleaños), pero también hay revoluciones lunares, de Marte, etc.
Casas: son las 12 porciones del cielo y señalan áreas de vida. Cuando un planeta está en una casa, tendrá una determinada influencia en ese entorno de vida de la persona.
Conjunción, trígono, cuadratura, oposición: son aspectos, distancias entre los planetas que forman ángulos y generan dinámicas entre ellos. Si son ángulos tensos (cuadratura, por ejemplo, u oposición), se sienten como una tensión interna o externa. Con los trígonos la energía fluye más fácil.
¿Qué opinás del horóscopo?
Tratar a las energías según el signo solar no es real. Y no porque el signo solar no sea importante, sino porque no podés leer tu horóscopo desde tu signo solar. Lo tenés que leer desde tu ascendente. A mí me interesa el ascendente porque es desde ahí donde empiezo a entender lo que le pasa a una persona cuando trabajo en el horóscopo.
Hay tránsitos famosos, como Mercurio retrógrado, que tienen mala prensa. ¿Por qué?
Nada es bueno o malo por sí mismo en astrología. Todo es lo que tiene que ser. Mercurio Retro tiene esa fama de malo porque te hace frenar y a nadie le gusta frenar, pero la vida tiene una energía cíclica y es importante parar y revisar. El mismo tránsito podría ser bueno para encontrar cosas perdidas, para que vuelvan cosas del pasado, conversaciones de antes. Y para re-pensar y re-planificar. Pero, en realidad, todos los planetas retrogradan excepto el Sol y la Luna.
¿Cómo explicás el 2020 desde la astrología?
Los astrólogos no somos videntes, pero los planetas traen una historia en cada ciclo. En cuanto al ciclo de Saturno y Plutón, los astrólogos sabemos que estos planetas se juntan cada 34-36 años en el cielo. Entonces, para saber qué puede pasar, vas para atrás en la historia y observás qué pasó las otras veces que se juntaron. Las últimas veces que se juntaron Saturno y Plutón fueron: en 1914, con la Primera Guerra Mundial; en 1945, cuando terminó la Segunda Guerra; en 1982, con la guerra de las Malvinas y el virus del SIDA… Y así. Un astrólogo francés que se llama André Barbault una vez dijo que, cuando hay aglomeraciones de planetas en Capricornio o en Cáncer, son momentos de cambios importantes en la humanidad. Es lo que está pasando en Capricornio ahora. Barbault desarrolló el índice cíclico planetario, que muestra que cuando la curva baja se ven cambios muy fuertes en la humanidad. Y esa curva baja hasta el 2022.
Si, al final, todo son relaciones: ¿existen de verdad las afinidades entre los signos?
Sí, claro que existen. Entre energías, más que entre signos. Generalmente atraés personas que vienen a cumplir una misión para vos. Estás atrayendo según tu grado evolutivo y lo que reconozcas o no de tu energía. Por ejemplo, si sos ascendente en Aries y te enamorás de personas de Aries, es porque no estás viviendo tu energía, tu deseo, tu impulso.
¿La astrología simplifica ideas complejas?
Para mí simplica y complejiza a la vez. Simplifica porque te hace comprender las cosas. Creo que, más que simplificar, te da un sentido, y ese sentido calma, y esa calma simplifica. Pero una vez que te metiste, no parás de ver y es sin fin. Te puede dar miedo si tomás la consulta de manera banal sin comprender tu camino evolutivo, pero si consultás te tenés que bancar la respuesta. Aun así, creo que conviene.
PD. La astrología bien entendida afloja nuestra manía egocéntrica y nos ubica dentro del cuadro de fuerzas que operan sobre nosotros, que no controlamos y que cambian todo el tiempo. Lo que la astrología enseña -como lo hacen muchísimas otras disciplinas más o menos ancestrales, más o menos populares- es esa noción a la vez simple y compleja: esto también pasará, son los ciclos de la vida.