Mi columna dominical pretende ser realidad (o no) y ficción (o no) semana tras semana. Una mezcla de temperaturas. Es la forma que encuentro para mostrarles que lo importante es lo que pasa entre foto y foto.
Buscaré aquí un guiño que vaya bocetando el propio sistema de creencias de una persona normal, que intenta un balance para que la vida tenga sentido todo el tiempo. Salud!
FRÍO Y CALOR
“Los hijos y el juego del basketbol”
Phil Jackson fue el entrenador zen de los Chicago bulls. Me quedé con él para este domingo por su naturaleza para entender. Nunca me interesó el basquet.
Y me quedé pensando, que en la cancha como en las familias, al observar un lider como Michael Jordan aparecen las historias secundarias a las que también se les pone la lupa.
Nos pasa a las mamás con los hijos.
En este documental The Last Dance que me hace pensar en la familia y los hijos y las virtudes y las pasiones, me llamó la atención como el entrenador entiende a Dennis Rodman, un personaje enigmático y que según comentan los expertos, no puede haber sido mas malentendido por el público.
Es que hoy un jugador de alto rendimiento que necesites 48hs en Las Vegas en plena temporada, —porque parece- necesitaba soltarse y perderse en vacaciones, no tiene lugar en las grandes ligas. Madonna en los vestuarios, Carmen Electra en Vegas, bebida en mano camino a la cancha…esto, son sólo bocados. Pero en la cancha con su defensa hacía todos los juegos sucios y maravillosos por su equipo parece.
Su entrenador lo llamaba o identificaba como el HEYOKA. Quiénes son?
Los lakotas son un pueblo indigena que vivió en los márgenes del norte del río Misuri.
Con el tiempo se convirtieron en un pueblo nómada, ocupando lo que hoy son los estados de Minnesota, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Nebraska…
Entre los lakota, el heyoka es un elegido que hace todo al revés. Pero lejos de ser rechazado es reconocido como expresión de la dualidad y el misterio de la existencia humana. Su característica principal es que actúan fuera de los límites, o mejor dicho, a contrapelo de la conducta de las personas corrientes. Tambien se lo describe como un elegido que hace todo al revés. Y es por hacer las cosas al revés que causa gracia.
Es un payaso sagrado: ese bufón disfrazado con ropas coloridas, amplias y remendadas y con la cara pintada cuya misión es, provocar risa al tiempo. “Dennis tenía la capacidad de lograr que todos se relajasen cuando la situación se volvía tensa”, dice Phil Jackson en Once Anillos.
La excepcionalidad del heyoka reside especialmente en su ruptura con lo que el mundo adulto de todas las culturas considera la normalidad, ese parámetro aceptado y consensuado por la mayoría.
Un parámetro a veces inflexible, que define el “deber ser” y marca una frontera irreductible entre lo aceptable y lo repudiable, o un parámetro flexible que, no sin temor, admite la existencia de “lo otro” distinto y misterioso como parte de la realidad cotidiana donde, paradójicamente, aquel que al romper tabúes y normas con groserías y ofensas, sirve para poner en evidencia los límites de los valores morales y éticos.
El máximo logro de Dennis fue su capacidad de crear el escenario perfecto para un deportista profesional. Y añade: Es el único deportista profesional del que la gente esperaba que saliera y se fuese de fiesta con strippers. Joe Namath, jugador de fútbol americano, lo hizo y en Nueva York lo castigaron; atraparon a Michael Jordan apostando en un campo de golf y también se apresuraron a castigarlo. En el caso de Dennis, la incompetencia moral fue parte del trato y creó un personaje del cual la gente decía “así son las cosas, es normal”. Si lo piensas, te das cuenta de que es genial». Tal vez sea cierto, aunque creo que el atractivo de Dennis radicaba en la manera festiva en que se saltaba las normas. Eso lo convirtió en fuente de inspiración de personas, tanto jóvenes como mayores, que se sentían casi al margen de la sociedad. Recibí muchas cartas de profesores de educación especial que me comentaron que sus alumnos con trastorno por déficit de atención e hiperactividad adoraban a Dennis porque había triunfado en la vida a pesar de ese problema. Para ellos era un verdadero campeón.” (from “Once anillos by Phil Jackson)
Asi, como expresión de tanto misterio y poder, el heyoka es considerado sagrado, con el mayor respeto entre su gente, pues se entiende que está transitando su camino hacia la sabiduría.
Una vez iniciado este camino el heyoka está destinado a recorrer un duro camino de aprendizaje, a realizar un proceso de maduración que, con el tiempo, lo llevará al Conocimiento: así debe experimentarlo todo, debe arrastrarse tan bajo como un gusano y remontarse como un águila.
Phil Jackson tiene 75 años hoy, y hace 22 años que entrenó juntos a Jordan, Rodman y Pippen por última vez.
Entré a este documental por el estilo de Jordan y el imperio de moda con Nike y porque quería entender esa pasión que le despierta este señor Jordan a mi marido para tener el numero 23 en todas las contraseñas de las valijas, el wifi, y lo que se les ocurra.
Pero me enamoré del hombre alto, flaco y calmo que entendía sin parar, que exploraba la cultura zen para entrenar, y así pudo mezclar a estos tres con los demás del equipo en este baile.
Phil entendió a un ególatra que perdió a su padre en medio de su carrera, se fue desmotivado y volvió, fue y vino y luchó con la adicción por el juego y ganó a morir; a un Rodman perdido, frenético, deprimido a veces, buscando su sabiduría; y entendió a un Pippen portento y atlético (como dice JP) dentro de la cancha, pero inseguro fuera de ella.
Y meditó solo, con ellos y entre ellos.
Que así se baila en el juego, supongo.
Qué tipo de entrenador somos como mamá, en mi caso, me quedo pensando.
¿Qué hacemos con nuestros Jordans, nuestros heyokas y nuestros Pippens?
Salud!
L.-