Mi columna dominical pretende ser realidad (o no) y ficción (o no) semana tras semana. Una mezcla de temperaturas. Es la forma que encuentro para mostrarles que lo importante es lo que pasa entre foto y foto.
Buscaré aquí un guiño que vaya bocetando el propio sistema de creencias de una persona normal, que intenta un balance para que la vida tenga sentido todo el tiempo. Salud!
FRÍO
“Todos experimentamos la salud mental porque todos tenemos cerebro”.
Hoy termina mayo, el mes en que la OMS buscó elevar esta conversación para romper barreras de estigma social entre las personas, crear el propio bienestar y fortalecer a la comunidad para enseñarle a pedir ayuda a profesionales con liderazgo en este tipo de medicina.
El plan 2013-2020 de la OMS busca reducir la mortalidad por esta discapacidad, prevenir los distintos tipos de desórdenes mentales y sobre todo, promover la salud mental y su bien-estar.
La OMS narra con desesperación que hoy 1 de cada 5 personas convive con un algún tipo de desorden mental, desde depresión leve hasta ansiedad o psicosis grave. Y 1 de cada 10 personas convive con un desorden mental moderado.
Las condiciones de salud mental en situaciones de conflicto están cada vez más desparramadas, pero la OMS dice que hay mucho que se puede hacer ya se está haciendo.
Hay tratamientos y hay cuidados. Para casos complejos y para casos más leves.
Cuando uno entiende, como dice Katie Byron que siempre siempre siempre es “mind vs mind”, o la “mente vs la mente”, puede adueñarse de su historia y salir adelante: que la mente te quite tu posibilidad de funcionar, hace que llegue a veces a ser una enfermedad con riesgo de sobrevivir.
132 millones de personas en 42 países necesitan ayuda humanitaria, como resultado al conflicto o desastre natural.
Después de llegar a una zona de emergencia, lo primero que hace la OMS es clarificar qué es lo que las personas necesitan ahí.
Segundo, determinar lo más rápido posible qué recursos se tiene (gobierno, instituciones no gubernamentales, socios, voluntarios) que puedan manejar esta situación, acompañar el stress y guiar el duelo de la gente en trauma.
Y lo tercero es proveer la capacidad para soportar aquello que no es suficiente, esto incluye la construcción veloz de proveedores locales para lo que se necesite allí..
CALOR
Este breve protocolo me ayuda a graficar que siempre lo primero que se hace es pedir ayuda. Hasta la organizaciones inmensas como ésta.
Syria, el Líbano, Sri Lanka en Indonesia post Tsunami; ninguno de estos países tenían estructura básica de salud mental: centros de asistencia, programas en colegios, puestos de asistencia. Y esto me ha llamado la atención: al observar el desarrollo de servicios de ayuda en los últimos 20 años, los mayores avances se han dado después de las Emergencias.
Nosotros también entonces, como personas, debemos primero reconocer nuestro propio territorio,
luego identificar qué nos falta
y luego pedir ayuda.
Y no esperar a la emergencia.
Esta pandemia es claramente otro ejemplo de desastre y aislamiento social pone a prueba la mente peleando contra la mente, en mi experiencia hasta 10 veces por día. Necesitamos de otros para aliviar el dolor y para compartir la felicidad.
La forma en que contamos esta historia es todo:
@SophiaAmorusoCEO y fundadora de Girlboss Media, hace una semana en sus redes sociales, con el corazón en la mano, contó nuevamente que cuando iba al secundario la diagnosticaron con depresión y ADD.
Ella no creía que fuera tan así, sino que se debía a que estaba en el hábitat incorrecto.
“O que pronto se me pasaría lo que sentía. O que si me iba de ese suburbio, o si se me iba de viaje por el mundo, o cuando encontrara la textura del mundo emprendedor que yo amaba, este diagnóstico… se iría… y sólo estaba sufriendo en una burbuja y en silencio.
Estaba un poco en lo cierto, pero esa no era la historia completa, dice. Y lo pospuse, y me dejé desatendida un tiempo: cómo yo… que entiendo todo rápido, que soy una mente veloz, que mi personalidad no es para tomar esos remedios, yo que interactúo tan rápido y estratégicamente con la gente …y nunca focalizaba.
Mi depresión se fue intercalando con la ansiedad con el correr de los años (hoy tiene 36). Entraba a la cocina a lavar los platos, y me hacía un café, y lavaba otro plato, y me olvidaba de ponerle crema al café, atendía una llamada, lavaba otro plato, me acercaba a la cafetera, no terminaba una cosa por vez, y después ese café que se había hecho y ahora ya estaba frío no podía tomarlo. Así con cada asunto.
Es imposible evadir esto, no tratarlo…este mes, este momento del mundo, la cuarentena, el descanso de los viajes, de lo ocupada que me había vuelto…dejar el control…pude examinar lo que estaba debajo.
Así que quiero decirles que tener asuntos de salud mental, es normal.
Estar deprimido, estar ansioso -suspira-: sólo es normal.
Y probablemente nunca vayas a tener la historia completa de nadie, porque hablar de esto da vergüenza.
Y por el estigma, y porque no es “Brand safe”, seguro para las marcas. Pero esta es mi historia. Tomo un antidepresivo más un estabilizador del ánimo. Ambos en muy baja dosis. Tengo la suerte de no padecer desórdenes severos pero si se que existen y son muy complejos.
Es lo justo, muchachos, decirles que sí soy feliz, y sí tengo un mundo en Instagram y …puedo hacerme una bolita por días y estarme quieta y decirles que estoy bastante contenta por no irme tanto de casa. Soy bastante introvertida, no extraño abrazar a extraños, y creo que soy así y que eso está bien.
Y siempre estoy en viaje, tengo mi llamada con el psiquiatra la semana que viene, voy a terapia dos veces por semana, y administro todo lo que venga a mi órbita, viviendo, y esto es así.
Listen sus medicaciones en los comentarios. La mía es 20mg de Prozac y 150 de un estabilizador del ánimo, eso está junto a mi café cada mañana y así arranco mi día. Así que feliz mes de la salud mental”.
Sophia es una mujer que lo ha logrado todo, muchas veces. El New York times la llama la “Cenicienta de la tecnología”. Empezó vendiendo ropa vintage por eBay, y a los 22 años fundó su propia compañía Nasty Gal Vintage. Entró a la lista de Forbes como una de las mujeres más ricas y gestora de su propia fortuna y a los pocos días se presentó en quiebra su empresa. Luego creo el imperio GirlBoss. Su recorrido hizo que Netflix se interesara en ella para hacer la primer temporada de la serie Girlboss en 2017. Publicó con Penguin su autobiografía. Símbolo femenino, arrolladora, emprendió sin parar: Girlboss genera contenido todo el tiempo para las mujeres en red: Sophia quiere gestar personas y profesionales saludables allá afuera.
Salud.
L.-