Mi columna dominical pretende ser realidad (o no) y ficción (o no) semana tras semana. Una mezcla de temperaturas. Es la forma que encuentro para mostrarles que lo importante es lo que pasa entre foto y foto.
Buscaré aquí un guiño que vaya bocetando el propio sistema de creencias de una persona normal, que intenta un balance para que la vida tenga sentido todo el tiempo. Salud!
FRIO
Hay aplicaciones que te ayudan a hacer las valijas familiares para cuando salís de vacaciones pero no he logrado aún poder anticiparme a bajarme las aplicaciones que te anticipan cómo hacer la valija organizadamente y con tiempo para salir de vacaciones. Anticipan. Tiempo. Deberían existir dos diciembres. Hacía años que no me quedaba toda la noche despierta. Desde Pachá. Y esto creo que se menciona en calor, pero es frío no dormir bien, los órganos no se limpian a horario, la mente se pone borrosa, pero digo: nunca perdí la calma y el buen humor. Y para esto sí que tengo la carrera iniciada y me han ayudado las aplicaciones, mis gurúes, mis duelos, mis traumas. Hay un lindo zoom in hoy en TheG, que habla de la valija espiritual que llevamos cuando escapamos y esta parte de mi valija la armé en un segundo.
Cuando me puse a estudiar muchos casos de sobrevivientes emocionales convertidos en casos de éxito, me llamaba la atención el gran contraste entre el brillo y el dolor. Cómo podía ser que quién yo veía brillar así, había sufrido así. Demi Moore no fue la excepción. Cuando la conocí en persona en mayo del año pasado no sabía si veía entrar a ella, a su hija de 10 años o a ella en su versión de 101 años. No por mayor, sino por su versión de espiga delicada, así pequeña, brillaba pero era una miniatura. Y su historia larga hecha corta: las convulsiones de una sobredosis la llevaron a renacer. Tuvo que re habilitarse. Y lo escribo por separado aunque vaya junto. Porque quiero. Porque se volvió a habilitar. Qué puede enseñar la señora de Ghost? Su libro vale la pena porque hay pérdida pero no hay víctima. No se puede creer que salvar a su mamá sacándole las pastillas de la boca o que le dieran plata por sexo cuando llegaba del colegio a su casa, o los trios sexuales que le proponía Ashton y obsesionarse con él, o sólo comer avena caliente y proteína para romperla en Striptease, o sanar muy tarde la relación con su mamá que la cuidó sólo como supo, o que sus hijas no le hablaran, era lo que ocurría mientras del otro lado de la pantalla las mujeres sólo querían ser ella.
Esto lo traigo porque proponemos “ser esa” nosotros desde TheG, y uno anda siempre mirando a otros y hay tantos frentes que no conocemos. Y hay tanto brillo y tanto dolor en la misma moneda, en la misma cara de la moneda. Más estudio, más lo veo. Y sólo hace más sano el refugio propio, más tolerante, más práctico, más vulnerable. Todos estamos en carrera señores.
Este año que arranca y que nos encuentra más cerca de los 20, o de los 30 o de los 40, o de los 50, o de los 60, o 70, u 80, es el año para aflojarnos la soga del cuello, para sentir que llegamos de una vez a ser esa la que querés ser, un poco cada día. Mi deseo es que sea un encuentro diario, y no una búsqueda sin fin o eterna. Mi experiencia es que no se llega un día, son pedacitos de miga que se levantan todos los días como pista, del suelo. Suena frio, pero da calor. Tengo pruebas.
CALOR
La relación de primos debe ser una de las cosas más cristalinas y sanadoras. De alguna forma nos narra que los hermanos hemos logrado unir las partes. Que nuestros padres han hecho lo mejor que pudieron, que como hijos debemos aceptar que así es la familia, que esa mezcla que contamos como junta y caótica así será, que no debemos apretar gatillos que hieren y que vale la pena la re unión, también lo escribo por separado, porque en definitiva, celebrar es uno de los actos concretos que más sentido y más memoria emotiva nos inyecta en esta vida. Y diciembre acá es pura huella digital de salud emocional. Caramba.
Si hubiera scanner de emociones sonarían todas la alarmas en este mes que termina. Y respiramos y no hace falta tener la lista de lo nuevo, que presión insólita. La calma le da lugar a agradecer lo que tenemos. Así despedimos el año en The G. Cada instante que tenemos no es para pensar en lo que vendrá, es para contemplar este fruto de cereza hermosa. La que somos. Ya vendrá la que quieras ser, simplemente siendo. Eso pienso.
Esta semana gasté una fortuna monumental en protectores solares. Cómo puede ser? Se que somos familia numerosa pero cómo puede ser? Es muy importante ser blanca para mi. La base de la piel bella. No es negociable. Pero hablo de la salud de la piel. Y no tomo sol y pasan a ser una necesidad básica.
Me olvide los baldes de playa. Haré castillos con la mano. Ojalá construyamos juntos un gran 2020.
L.-
Lala, hermosa editorial !. Felicidades!
Es mi deseo también una construcción de un 2020 juntos, con una mirada más integral y solidaria. Ser faros para nuestros hijos es el mejor ejemplo que podemos darles, desde una coherencia manifiesta y como legado para un mundo mejor.
Me gusta el mix de temas y emociones que despiertan tus artículos, en cierta manera nos permite mirarnos desde un lugar más genuino !…
Bacio
Flavia