Tiene buen ojo. Como en su momento lo tenía (si es que esta virtud alguna vez se pierde) la francesa Inés de la Fressange, que pasó de ser modelo de Chanel a diseñadora de ropa, de perfumes, influencer, escritora… Cassandra Grey tiene 42 años, es americana y, como Inés, también usa el pelo muy corto. Es la creadora de Violet Grey, una marca de productos de belleza que empezó en 2014 como una página de e-commerce y que después se expandió a un local en Melrose Place, en Los Ángeles. Violet Grey es EL lugar beauty donde van las celebrities y los maquilladores para saber qué se usa y de qué manera, la meca de las tendencias. En Violet Grey, un grupo de profesionales cura una selección de productos con un único criterio: el consumo de lujo.
“A lo que apunta Violet Grey es a recuperar el glamour de Hollywood pero filtrado por una sensibilidad moderna. El plan de negocios era empezar con un site de e-commerce y después abrir una tienda. Pero en la medida que empezaron a llegar los productos de catálogo con el maquillaje y los artículos para el cuidado de la piel de las distintas marcas, quedó en evidencia que era necesario montar esa tienda”, dice la nota How Cassandra Grey Built Violet Grey Without Going To Business School que publicó la revista Forbes.
Sí, Cassandra es una autodidacta, una fuera del sistema que sigue el impulso del triple Aries de su carta natal para mandarse con lo que le dictan las tripas. Su única brújula. “A los jóvenes les aconsejaría que no tomen decisiones desde el miedo, que decidan a partir de lo que les despierta pasión”, declaró Cassandra en la misma nota.
Hija de una pareja de padres hippies, creció entre una tienda india en una reserva en Oregon y una comunidad cuáquera en las Smoky Mountains de Carolina del Norte. Trabajó desde chica. No terminó el secundario y no sabe nada de negocios, dice, pero siempre le gustó hacer business plans como una manera de plasmar sus ideas. Estuvo casada durante años con Brad Grey, CEO de Paramount, que murió de cáncer y con quien tuvo un hijo. Después de enviudar, Cassandra pensó que jamás se recuperaría, que el cuerpo se le había bloqueado para siempre, que aquel hombre sería el único amor de su vida. Pero no, volvió a enamorarse, de Samantha Ronson, su misma edad, DJ y hermana de Mark Ronson. Cuenta Cassandra que la primera vez que vio a Samantha ella todavía estaba casada y que hasta llegó a comentarle a Brad que se había sentido muy atraída por esa mujer. “Bueno, tal vez no está tan bueno que la vuelvas a ver”, le contestó su marido. Pero seis meses después de enviudar las chicas se cruzaron y hoy viven juntas. Grey prefiere no hablar de homosexuales, heterosexuales o bi, dice que lo que siente por Samantha no lo sintió nunca antes por una mujer. “Solía decirle a Brad que si me dejaba por alguien -no en el sentido de la muerte, sino en el sentido de si me cambiaba por otra persona-, entonces yo iba a tomar un camino completamente diferente…”, dice Grey en la nota The Loves and Losses of Cassandra Grey, que publicó Town & Country.
¿Qué tendencia predecís para el futuro?
“En los próximos quince años, los hombres van a empezar a usar maquillaje regularmente. Ya lo estamos viendo en pequeña escala, pero el maquillaje que resalta algunos rasgos masculinos, como las cejas, por ejemplo, va a volverse una costumbre.”
Es un tema amplio el de la belleza…
“Sí, muy amplio. No pienso la belleza como un conjunto de productos. La belleza tiene algo de moda, es el negocio de la auto-estima, está vinculado a nuestra confianza personal y a nuestro poder y nuestra sexualidad, y hay mucha vulnerabilidad contenida en todo eso. Es algo a lo que las personas se vuelven adictas, y confieso que siempre me atrajo la idea de desarrollar un negocio que generara adicción. Porque es algo que casi todos hacemos todos los días, una especie de ritual en torno a la belleza, ya sea lavarnos el pelo o maquillarnos totalmente la cara… Son esa clase de rituales que nos unen”, dijo en una entrevista que le hizo Garance Doré.