Qué es el placer de fondo.
“Oír nuestras propias necesidades de placer requiere tomarse en serio. A mí me gusta nadar desnuda. Sentir el agua y el sol en todo el cuerpo. De hecho, fue lo que impulsó a animarme al nudismo, que no es exhibición. Automáticamente pasé a entender a todos los nudistas del mundo, que en Europa son llamados naturistas y me parece más justo, porque hace enfoque en las sensaciones y no tanto en lo que se muestra. Otra cosa a la que le presto atención es a la luz. Las luces feas me dañan estéticamente. Detesto los focos blancos flúo, me parecen de oficina y anti-sensualidad. Prefiero una casa con tonos cálidos, lucecitas nórdicas y velas. Que la cotidianidad sea como la mejor cita romántica”, dice la periodista argentina Denise Tempone, que además trabaja en un sex shop en Madrid.
A menudo nos cuestionamos cómo impacta la tecnología en nuestra conexión espiritual, con nosotros mismos y con los demás. Pero pocas veces nos preguntamos cómo afecta al cuerpo (o, si lo hacemos, es para dejarlo fuera de la habitación cuando dormimos, o para mutear sus notificaciones). Un estudio publicado en 2018 en el Journal of Physical Therapy Science indica que “las personas que usan dispositivos electrónicos que se operan con las manos adoptan posturas del tren superior y el cuerpo que pueden resultar en patologías músculo-esqueléticas en el tiempo”. Esta concentración de energía en los hombros y la cabeza también influye sobre otras cosas que se hacen con el cuerpo. En el sexo, por ejemplo, prioriza la estimulación intelectual, o visual, y deja fuera de la finalidad del goce lo que queda lejos de la cabeza.
El concepto de background pleasure (placer de fondo) propone sensibilizar todo el cuerpo, volver la atención a las sensaciones que están presentes en el cuerpo ahora, en este mismo momento en el que escribo esta nota, como el pelo rozándome la nuca o la planta de mis pies descalzos sobre el piso de madera que toma mi temperatura.
El cuerpo es parte del alma
“Si querés emular a Júpiter, no tenés que desear nada, porque él no desea nada”, dijo Séneca. La cita no solo desafía el mandato del consumismo capitalista sino también nuestra propia idea de que el placer conduce al objetivo del orgasmo, lo que de nuevo nos puede dejar atrapados en la red de la productividad y la eficiencia.
El hedonismo es la filosofía que declara que el placer es el objetivo más importante, y lo único que realmente le hace bien al alma. Uno de sus más fervientes defensores fue el filósofo griego Epicuro (342-270 A.C.), quien en su Carta a Meneceo explica que no se trata solamente de maximizar las fuentes gozosas de la vida, sino también -y sobre todo- de atenuar las dolorosas, de sustraernos a nosotros mismos de una contabilidad resultadista en pos de una vida tranquila que obtenga la satisfacción, pero sin buscarla directamente. En este sentido, el hedonismo es una forma de auto-regulación del deseo.
“Lo primero es el cuerpo. El cuerpo es la base, es el piso, es donde estás. Enfrentarte con tu cuerpo es destruirte, es crear un infierno. Vos sos el cuerpo. Por supuesto que sos muchas otras cosas más que un cuerpo, pero todas esas cosas vienen después. Primero, sos un cuerpo. Tu cuerpo es tu verdad primera. Y, sin embargo, no nos enseñan a reverenciar nuestro cuerpo. A menudo nos sentimos extasiados por un árbol, o una flor, por la luna o el sol, pero no es tan frecuente que sintamos lo mismo por nuestro propio cuerpo. Y tu cuerpo es el fenómeno más complejo de todos. Porque te enseñaron a apreciar una flor, que es algo simple. Te enseñaron a apreciar un árbol, que es algo simple. Te enseñaron a apreciar las piedras, las montañas, los ríos, pero no te enseñaron a respetar tu cuerpo. Sí, es lo que tenemos más a mano, y por eso creemos que es nosotros, y nos olvidamos de él. Es tan obvio que nos lo olvidamos. Pero es el fenómeno más hermoso de todos”, dice Osho en la introducción a Tantra, el saber supremo.
Guía para reconectar con el cuerpo
“A veces se dice que el sexo primero sucede en el cerebro, pero en realidad el secreto del placer sensual y sexual está en el cuerpo. Las sensaciones placenteras tienen lugar en el cuerpo. En las caderas, en los muslos, en el piso pélvico, en los genitales, en la piel… son las grandes sedes de las sensaciones. Desde el punto de vista de la biología reproductiva, también son las zonas energéticamente más importantes”, dice Michaela Boehm, una experta el Tantra Kashmiri, el más elevado de todos, dicen.
En Goop, Michaela Boehm propone una serie de pasos para reconectar con el cuerpo. “El placer sexual puede entrenarse, como todo, porque los seres humanos estamos diseñados para aprender por repetición. Encontrar las formas de aumentar el placer de fondo, y de disminuir la tensión que acumulamos en nuestro cuerpo, potencia la conciencia que tenemos de él y, consecuentemente, su capacidad de responder a otros estímulos. Lo ideal es incluir estos consejos en nuestra rutina diaria o, al menos, tres veces por semana:
- Hacer foco en la sensualidad y en la sensación general de bienestar en lugar de ponerlo en los estímulos sexualmente burdos (por evidentes). Conectar con el placer sensual mediante los sentidos. Comer y beber deliciosas comidas y bebidas ayuda a elevar el espíritu. Oler y admirar una flor también nos inspira. Dáte un masaje por todo el cuerpo con aceites especiales, un baño de inmersión, o mové un poco el cuerpo antes de conectarte sexualmente, ya sea con vos mismo o con un partenaire.
- Mové tu cuerpo de formas no lineales. Primero, observá cuánto de todo lo que hacés por día, incluido el ejercicio físico, está cargado de energía y de sentido. Aconsejo tomarte el tiempo y darte un espacio para reemplazarlo por movimientos suaves, curvos, sin rigideces. Puede ser mover el cuerpo sin una coreografía específica, permitiéndote curvar tu columna, caderas y cualquier otra parte del cuerpo y hacerlo sin agenda previa. Es cederle a la inteligencia innata del cuerpo la guía del movimiento. Aliviar las tensiones del cuerpo a medida que empezás a permitirte sentir otras zonas que de hecho son muy gozables. Darte el tiempo para que tus movimientos amplifiquen el placer que ya está latente.
- Indagar en lecturas o videos que despierten el deseo en tu cuerpo. Los cuerpos de las mujeres están formateados para aprender por asimilación. Experimentar el placer leyendo o viendo cómo sienten otras mujeres activa un espejo en el cuerpo propio. Podés investigar cuáles son las cosas que más eficientemente despiertan una respuesta en tu cuerpo y armarte una “librería” a la que recurrir para encenderte.
- Creá un ritual diario para devolverle tu atención a tu cuerpo. Puede ser poner una canción y bailar cuando llegás a casa del trabajo, o darte un baño, o simplemente acariciarte las piernas mientras ves la tele. Poco y frecuente es más efectivo que un spa de un día en la semana. El placer es un derecho propio siempre disponible, pero hay que cultivarlo, como cualquier otra cosa. En este terreno, no se necesita mucho para llegar muy lejos”, dice Michaela Boehm.
“Sí, las mujeres nos inspiramos en el placer de otras para encontrar el propio. Lo veo todo el tiempo en el sex shop en el que trabajo. Basta que una mujer en un grupo de amigas se lance a hacer algo por puro placer para que el resto se sienta inspirada. Seguí de cerca la evolución de ventas del succionador de clítoris, por ejemplo, el juguete más vendido en la historia de España. Las mujeres vienen porque sus amigas les cuentan sus propias sensaciones, y eso trajo una ola imparable de curiosidad y placer comentado y compartido”, dice Denise Tempone.
¿Sentimos el aroma del perfume que usamos? ¿Valoramos la textura de la ropa que elegimos? ¿Nos tomamos el tiempo de humectarnos la piel y perfumar el ambiente en el que vamos a estar con las personas que queremos? ¿Preferimos la comodidad sobre la moda? ¿Podemos ver sensualidad en las uñas que están sin arreglar pero están sanas? ¿En nuestra piel radiante sin maquillaje? ¿En la expresión de goce que todos nos comentan, aunque no hayamos hecho el amor? TheGelatina va detrás de esa plenitud, de la que grita sexo sin sexo (necesariamente), de la que busca espacios eróticos como refugios de sana intimidad. Para TheGelatina, estar sana sexualmente es ser cómplice de una misma. Primero. Y, recién después, de otro.
Estoy totalmente de acuerdo con esta nota. Me encanto! Somos un cuerpo o habitamos un cuerpo? Yo lo habito. De eso se trata. Creo q muchas veces nos olvidamos de ello. Pero lo bueno es poder reconocer cuando pasa eso y volver. Disfrutar y sentir con atención. Es lo q finalmente nos vamos a llevar de esta vida. Buen dominfo.
Gracias por compartir Fabiola. Saludos ?