“Este libro trata del delicado e impreciso universo que comprende el término emociones negativas. Son esos sentimientos oscuros que nos afectan a todos, desde la tristeza y la ansiedad hasta la culpa y la soledad. Salvo que crucen cierta línea de gravedad, no se trata de enfermedades mentales, sino de dimensiones inherentes a la condición humana. Además, no sólo son normales, naturales y apropiadas. De un modo sutil, y hasta paradójico, pueden llegar a volverse caminos que nos conduzcan a formas más profundas y enriquecedoras de plenitud que las que encontramos a través de las emociones claramente positivas. Por ejemplo, la tristeza puede abrirnos el corazón a la frágil belleza de la vida, o animarnos a dirigirnos a las personas con amor y compasión, mientras que la ira puede estar indicando que se está violando alguna norma y nos incita a luchar contra las injusticias para que las cosas cambien para mejor”, dice Tim Lomas en la Introducción de este libro. “Puede que no elijamos experimentar estas emociones negativas. Pero si las vivimos y aprendemos a aprovecharlas, descubriremos que pueden ayudarnos a crecer, del mismo modo que el atardecer encierra la promesa del amanecer.”
En ocho capítulos, este libro desarrolla las ocho emociones negativas principales: tristeza, ansiedad, ira, sentimiento de culpa, envidia, aburrimiento, soledad y sufrimiento. Por cada una de ellas, el autor propone una fuente de valor, el aprendizaje que contienen: “La tristeza es esencialmente una manifestación de amor y de interés. La ansiedad es nuestro sistema de alarma, nos avisa del peligro. La ira puede ser una emoción que nos indica que estamos siendo tratados injustamente. La culpa revela que estamos decepcionados de nosotros mismos y nos invita a ser mejores. La envidia nos anima a mejorar nuestra vida. El aburrimiento puede volverse un camino hacia la creatividad y la autotrascendencia. La soledad nos permite escuchar nuestra voz interior y nos enseña a ser autosuficientes. Y el sufrimiento nos rompe, pero nos vuelve a armar de formas potencialmente más significativas.”
En la era del imperativo de la felicidad, este libro es una bocanada de aire fresco. Porque no solo nos ayuda a perderle el miedo a cualquier situación que resuene a fracaso sino también nos enseña a desentrañar el valor que esconde, al punto que nos da ganas de sentirnos un poco mal para volvernos un poco más sabios.
Lomas toma enseñanzas de la filosofía, el budismo, la psicología y su propia experiencia personal para trazar un mapa de búsqueda diferente. En una entrevista, un periodista le preguntó si su libro no era, en el fondo, un elogio del bajón. Si acaso no debía tomarse como una propuesta a regodearnos en los malos momentos, y si esto no era un juego tal vez un poco riesgoso. “No, yo no celebro el pesimismo. Solo estoy diciendo que los sentimientos negativos nos ayudan a tomar decisiones más autorizadas”, aclaró el autor. “La idea es tener una mezcla juiciosa de emociones. Está muy bien ser optimista y esperanzado, pero puede no ser del todo conducente si no te permite ver los riesgos que toda situación contiene”, dijo Lomas. “Las emociones negativas te dan información sobre la situación en la que estás y te ayudan a encontrar la manera de mejorarla.”
Tim Lomas es un referente de la Psicología Positiva contemporánea. ¿Qué es? Harvard Health Publishing lo explica bien: “Aunque inicialmente eran formas de potenciar el bienestar de las personas saludables, las técnicas de psicología positiva ahora también se usan como complemento en terapias tradicionales. El psicólogo de la Universidad de Pennsylvania Martin E.P. Seligman, un defensor de la psicología positiva, la define como el método refuerza-la-fuerza que se contrapone a la forma repara-lo-roto que se relaciona más con la psicoterapia tradicional.”
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