Déficit de atención en adultos.
El trastorno por déficit de atención o TDA (también conocido como ADHD por su sigla en inglés, Attention Deficit Disorder) es una condición que altera el modo en que nuestro cerebro procesa la información, sobre todo a nivel del lóbulo frontal. Según Healthline, “en general se manifiesta en la infancia con problemas para prestar atención, para organizarse y con alteraciones en el carácter, que pueden derivar en conductas impulsivas e hiperactividad”.
“No, no y no”, apunta el artículo Confronting Adult ADHDque publica Harvard Health. “El ADHD no afecta solamente a los niños. No es pereza ni obstinación. Se trata de una condición médica evidente en la actividad de un cerebro con el trastorno. Tener ADHD y no hacerse cargo puede derivar en una lucha de por vida contra la distracción. Estás conversando con alguien y tu mente se va a otra parte. Tu agenda está tan desorganizada que a menudo te olvidás de citas marcadas. Lo mismo vale para tus finanzas y el pago de las cuentas. Te ponés impaciente con frecuencia, y muy rápido.”
ADHD es una condición compleja que puede compartir síntomas con otros trastornos. “Un estudio de la Universidad de Chicago encontró que los adolescentes con ADHD son 10 veces más propensos a desarollar depresión que quienes no lo tienen. Lo mismo pasa en los adultos”, dice Healthline.
Aunque el TDA no puede relacionarse con una causa única y directa sino con una multiplicidad de factores, están quienes sostienen que es un trastorno genético rastreable en el cerebro y quienes lo vinculan a un trauma emocional temprano. Gabor Maté es un médico canadiense, autor de Mentes dispersas y El mito de la normalidad, entre otros best sellers. En Mentes dispersas, Maté sostiene que el TDA no es otra cosa que una manera de lidiar con traumas de la infancia, y borra de un plumazo todo matiz de neurodiversidad (personas con neurología no típica). Aunque Maté y sus tres hijos fueron diagnosticados con ADHD, él no cree que se trate de un trastorno hereditario: “Creo que el ADHD tiene su origen en circunstancias estresantes a nivel social y psicológico que impactan en el desarrollo del cerebro de niños muy sensibles. En otras palabras, existe una predisposición genética pero no un condicionamiento genético.”
Síntomas
Adultos con ADHD pueden manifestar algunos de los siguientes síntomas:
1. Desorganización. “La vida es un desafío para todos todo el tiempo. Sin embargo, una persona con ADHD puede tenerla todavía más difícil. Un adulto con déficil de atención suele perder el rastro de sus tareas y no logra priorizarlas lógicamente”, escribe Healthline. Pero ojo, no es aquella desorganización llevable, la normal. Es angustiante. Afecta al que la sufre y muchas veces entra en esto su entorno.
2. Problemas vinculares. Esto se manifiesta tanto a nivel romántico como en relaciones de trabajo, parentales o platónicas. “Algunos rasgos asociados con ADHD pueden atentar contra un buen vínculo: no prestarle atención al otro, encontrarlo aburrido, encimar la conversación.”
3. Falta de foco. Es el síntoma por antonomasia del déficit de atención. “También quiere decir: distraerse fácilmente, no poder escuchar al otro, pasar por alto los detalles de una tarea y abandonarla antes de completarla.” Ojo aquí también. No es la falta de foco llevadera. La de común conocimiento. También es aquella angustiante, frustrante, una falta de foco contra la que uno siente luchar hasta casi dos, tres, cuatro o más veces al día. Esa sensación de uno querer tomarse por la cabeza y aquietarla, de verdad frenarla y detener varias cosas para poder terminar sólo esa que se había planteado y ya de nuevo olvidó.
4. Inquietud y ansiedad. “Un adulto con ADHD siente como si su motor interno estuviera prendido siempre. Las ganas de estar en movimiento constante pueden terminar en frustración cuando el hacer está impedido por algún motivo. Esto provoca ansiedad, porque la mente repite sus preocupaciones en loop. Un adulto con ADHD: se mueve con frecuencia, bate manos o piernas, no se queda quieto en su asiento, le cuesta encontrar una posición cómoda.” No es la hiperactividad como virtud de alguna época, sino esa hiperactividad que luego deja a uno fuera del juego del resto de los juegos. Verdaderamente.
5. Temas emocionales. “Vivir con ADHD es como vivir en constante cambio. Es aburrirse rápido y activar otro interés en el acto. Las pequeñas frustraciones suelen disparar cambios de humor.”
6. Hiperfoco. “Las personas con ADHD se distraen muy fácilmente. Pero también pueden tener lo contrario: una tendencia a enfrascarse en una actividad tan a fondo que todo lo demás queda desdibujado. Esto hace que pierdan la noción de tiempo y espacio, e ignoren a las personas de su entorno.”
7. Mala administración del tiempo. “Procrastinar, llegar tarde o -simplemente- ignorar todo aquello que aburre. Para una persona con ADHD, lo único que cuenta es el presente.” Lucran con la presióm, se manejan bien con la adrenalina del ultimo momento. Y en esa misma brillantez está la tardanza, el remendar esa demora y el agotamiento luego.
8. Olvidos. “Nos pasa a todos, pero un adulto con ADHD suele perder más las cosas, u olvidarse de dónde las dejó. Para su familia, esto puede ser irritante.”
9. Impulsividad. “Se manifiesta: interrumpiendo a los otros cuando hablan, mostrándose inapropiado socialmente, apurándose para cumplir con las tareas y actuando sin medir las consecuencias.”
10. Mala imagen personal. “Los adultos con ADHD suelen ser hiper-críticos de ellos mismos. En general, se debe a que su falta de concentración complica la consecución de sus metas, lo que ellos perciben como un fracaso personal.”
11. Desmotivación. “Para una persona con ADHD, estar dispuesto a hacer distintas cosas todo el tiempo suele convivir con una falta de motivación.”
12. Fatiga. “También este punto es paradojal, porque la fatiga convive con la hiper-actividad. Pero el cansancio aparece como respuesta al esfuerzo y a dormir mal, lo que a su vez atenta contra el buen foco.”
13. Temas físicos. “ADHD puede hacer que una persona desatienda otros temas de la salud de su cuerpo. Esto puede manifestarse en atracones o hábitos alimenticios compulsivos, y en la falta del ejercicio necesario.”
14. Abuso de sustancias. “Un estudio de 2021 revela que las personas con ADHD son más propensas a las adicciones: alcohol, tabaco o drogas.”
7 herramientas para aprender a manejarlo
Healthline propone siete modos de estimular la atención:
1. Llevar un calendario o una agenda. Los síntomas de ADHD pueden atentar contra nuestra agenda mental, haciendo que nos olvidemos de eventos importantes, citas y otros compromisos. Anotarlos en una agenda real o calendario nos ayudará a recordarlos. Sobre todo si los escribimos a mano, aunque los calendarios digitales también traen recordatorios. Y si esto no funciona, tal vez una lista de almacenero sea la solución: nos muestra lo que hay que hacer y nos da el placer de tacharlo cuando lo cumplimos.
2. La aplicación Forest. Es una aplicación que ayuda a mantener el foco. La sesión virtual empieza cuando plantás un árbol. Si salís de la aplicación para chequear redes, por ejemplo, tu árbol muere. Cuanto más hagas sin salir de la aplicación, más frondoso será tu bosque.
3. Asistente de voz. Si te preocupa olvidarte de anotar lo importante en tu calendario, tal vez podés usar un asistente de voz, como Google Home o Alexa. Los no tan fanáticos de la tecnología pueden usar una pizarra o pizarrón. Aseguráte de ubicarla en un lugar central de la casa, como la cocina por ejemplo.
4. Un par de zapatillas. Numerosos estudios demuestran que el ejercicio ayuda a controlar los síntomas de ADHD, como la hiperactividad y la impulsividad. Hacer sucesivas pausas mientras estás ocupado puede ser contraproducente para la atención, pero salir a tomar aire cuando terminás una tarea vale. A largo plazo, el ejercicio físico reduce el estrés y regula la producción de neurotransmisores.
5. La “técnica pomodoro”. Pomodoro quiere decir tomate en italiano, y es el nombre de una técnica para administrar el tiempo creada por Francesco Cirillo. Implica partir una tarea en muchas pequeñas sesiones, con intervalos de 5 minutos entre una y otra. La duración de la sesión completa no debe pasar los 25 minutos: la idea de estipular un límite es una manera de cortar con la procrastinación.
6. Rastreador. ¿Solés perder tus llaves? ¿Te pasa que llegás tarde a las citas porque no te acordás dónde dejaste la billetera, o los anteojos? Usar rastreadores para tus objetos de todos los días es un buen ayuda memoria.
7. Bloqueadores de Internet. Existen numerosas opciones para bloquear tu acceso a determinados sitios o aplicaciones mientras dure el tiempo en el que quieras concentrarte.
Tratamiento
“El ADHD es relativamente fácil de tratar. Se medica con estimulantes que ayudan a encauzar la atención. También hay otra clase de drogas, los agonistas alfa 2, que originariamente se desarrollaron para tratar la presión alta pero que se usan en el tratamiento de este trastorno. Esto últimos ayudan a hacer foco sin los efectos colaterales molestos de los estimulantes, como los problemas para dormir o la falta de apetito”, dice el artículo How to tell the difference between regular distraction and ADHD, publicado en The New York Times.
El diagnóstico es clave. “Una de las razones por las que no se diagnostica en adultos es porque, cuando la gente piensa en ADHD, le viene a la mente la imagen de un chico que no se puede quedar quieto en su banco en el aula. Pero esos síntomas estereotipados solo están presentes en el 5% de los casos de adultos.”
“En su lugar, los síntomas de ADHD en adultos incluyen olvidos, problemas de organización y procrastinación. No es tanto la hiperactividad o la impulsividad: en adultos es más el tema de la ejecución de las cosas. Es más sutil”, dice el artículo.
“El ADHD a menudo se confunde con otras condiciones. Por ejemplo, es común que las personas con ADHD tengan problemas para regular sus emociones, que se enojen rápido o que muestren dramáticos cambios de humor. También pueden presentarse preocupación excesiva o ansiedad, lo que hace que muchos adultos sean diagnosticados con depresión o ansiedad cuando el problema de base es el ADHD.”
“De cualquier forma, es importante tratarlo. Los adultos con ADHD pueden tener problemas con sus finanzas, asuntos legales, abuso de sustancias, hábitos sexuales riesgosos y suelen conducir erráticamente. Pero, tratados, todos estos riesgos se reducen.”
Por Lala Bruzoni y Carmen Güiraldes.