Más viejos

Qué son los Telómeros.

“Los telómeros son cadenas de ADN que protegen los extremos de los cromosomas (esas estructuras que transportan los genes de las células). Los telómeros tienden a acortarse con el paso del tiempo, por lo que se consideran marcadores biológicos de envejecimiento. Los hábitos de vida poco saludables (fumar, comer comida chatarra, la obesidad, la inactividad y el estrés crónico) se asocian con telómeros más cortos. Los telómeros más cortos, a su vez, se relacionan con una menor esperanza de vida y con una mayor probabilidad de padecer enfermedades crónicas, como las cardiovasculares”, dice el artículo Can DNA markers predict aging?, publicado por Harvard Health.

Por qué envejecemos es una pregunta que se responde según múltiples factores, genéticos y medioambientales. No existe una respuesta única o universal. Lo cierto es que -por muy dignamente que encaremos esta etapa- envejecer es un proceso inevitable que depende de la vida de las células. “Cada vez que una célula se divide, sus telómeros se acortan un poco, hasta que finalmente se acortan tanto que la célula muere”, escribe Gina Kolata para The New York Times.

En su libro Morir joven a los 140, María Blasco y Mónica Salomone sostienen que “el envejecimiento ha dejado de ser un castigo inevitable, inalterable, prefijado, para empezar a ser visto como un fenómeno sobre el que se puede actuar. Y quienes lo investigan no son gurús en busca del mito de la eterna juventud sino prestigiosos integrantes de las más pura ortodoxia de la biología actual. Son investigadores dispuestos a pensar en el envejecimiento casi como una enfermedad, y además una enfermedad especialmente poderosa, porque de ella derivan muchas otras.”

La determinación de la edad de las arterias o la prueba de telómeros son estudios médicos que permiten estipular la edad biológica de una persona, que no es lo mismo que su edad cronológica. Son pruebas que permiten saber si una persona está envejeciendo más rápido o más lento de lo que cabría esperar para su edad calendario. Preservar la vida útil de los telómeros -cambiando el estilo de vida o mediante suplementos ad hoc, incluso inyectándose telomerasa- es una manera de fortalecer las raíces de la vitalidad, pero no detiene el reloj. Además, como nada es lineal en biología, el New England Journal of Medicine publicó un estudio que prueba que prolongar los telómeros también implica darle más tiempo a las células para acumular mutaciones aleatorias, algunas de las cuales podrían derivar en patologías no deseadas. 

La plenitud de la vida

TheG entrevistó a Gaby Piccoli, activista cuántica. Creadora del método “Vivir cuánticamente”, @gabypiccoli.pureza dará el 4 de mayo en Córdoba una conferencia titulada “¿Querés vivir libre de estrés? ¿Cómo sería tu vida sino creyeras en el tiempo?”

¿Cuál es tu punto de vista sobre los telómeros y el envejecimiento?

Creo que el tema del envejecimiento, como se produce en las células, tiene más que ver con un tema de salud que con algo estético. De hecho, toda una corriente científica reclama a los organismos internacionales de salud que consideren al envejecimiento -conforme los nuevos descubrimientos- como una enfermedad; es más, como la madre de todas las enfermedades y no como parte de un ciclo de la vida humana. Ya está comprobado que hay células que empiezan este proceso de acortamiento de los telómeros y en este proceso, según la disposición genética de cada uno de nosotros, se van encendiendo distintos focos donde baja el nivel inmunológico. Si vos no llevás una vida medianamente saludable (y acá aclaro que, para mí, esto no tiene que ver con lo que comés sino con lo que pensás) estos puntos débiles pueden desatar una enfermedad. Lo que se descubrió hasta el momento es que las células primero envejecen y luego se despierta la enfermedad. Hay un paso entre una cosa y la otra, y esto cambió la perspectiva de las investigaciones. 

¿La vida es un proceso lineal: nacer, crecer, envejecer, morirse?

La vida no es un proceso lineal sino espiralado. Estamos diseñados para evolucionar y la historia de la humanidad lo demuestra. Mal que nos pese, hasta hace 132 años nosotros andábamos a caballo; ahora llegamos a la luna. Más allá de si yo lo veo como evolutivo o no, tenemos que notar que la vida va haciendo un movimiento más de Fibonacci que lineal.

Para mí hay un testigo de todo esto que se llama conciencia. Y en esto trabajo yo: en el desarrollo de la conciencia. Porque que vos tengas más años no te hace automáticamente más sabio. La sabiduría tiene que ver con una curiosidad, con una voluntad de expansión no lineal: si registrás solamente lo que podés ver y tocar o te abrís a otros conocimientos, por ejemplo. El campo físico es un efecto de una causa mucho más interesante, que es la conciencia. Por eso no me interesa la juventud estrictamente física, pero sí aquellas técnicas -el taoísmo es toda una escuela en esto- que enseñan a vivir con vitalidad y con conciencia.

¿Cómo definís la longevidad?

Sería el éxito de la conciencia sobre la materia. Pero tiene que estar llena de sentido. Porque, para hablar de longevidad, hay que desafiar la perspectiva del tiempo. Se trata de habitar un lugar nuevo. Nacer al aquí y el ahora, renacer en cada instante que estás en presencia absoluta. 

Entiendo que el camino es de adentro hacia afuera, ¿verdad? Y no solamente al nivel estrictamente material de los telómeros

Sí, esto es una regla: primero lo invisible y luego lo visible. Cuando uno está bien espiritualmente, brilla por fuera. Recién ahora la gente está empezando a informarse sobre los telómeros, y que éstos se acortan, y que la causa más importante del acortamiento de los telómeros es el estrés. Uno se estresa por muchas razones. Pero es posible manejarlo tomando conciencia de cómo te estresás.

¿Cómo ayuda la conciencia a manejar el estrés?

Entender el origen de tu estrés te brinda la oportunidad de romper con los ciclos repetitivos, permitiéndote optar por pensamientos más luminosos y evolutivos en vez de dejarte llevar por aquellos que te mantienen en una sensación de estancamiento. La conciencia nos permite habitar lascontradicciones: sentirnos angustiados sin estar definidos por la angustia, sostener paradojas y sostenernos. En cambio, una mente sobrecargada de estrés se fusiona con éste, cerrándose a otras percepciones y contribuyendo al acortamiento de los telómeros.

Si uno cree que puede incidir en la edad de su cuerpo y cree que, mediante distintos ejercicios, uno puede incidir en su bienestar psíquico-emocional. ¿No es todo un poco omnipotente? ¿No somos sujetos también de lo que nos pasa: tiempo, eventos, etc?

Desde mi visión, si lo que origina una búsqueda tiene que ver con el autoconocimiento de como funcionamos, lo veo válido. También considero que, con más coraje y menos miedo, experimentamos más cosas. Uno solo puede desafiarse y encarar nuevos desafíos si baja los niveles de miedo. Más importante que vivir mucho y verse joven es vivir sin miedo. Esto es para mí es la vitalidad real. Porque, si tenés miedo a verte viejo, por más telomerasa que te inyectes no vas a estar viviendo plenamente.

Básicos

Medical News Today apunta que diversos factores que contribuyen a la salud de una persona repercuten en el largo de los telómeros.

• Una dieta rica en legumbres, granos integrales, frutas y vegetales frescos, como la dieta Mediterránea, se asocia positivamente con los telómeros largos por sus propieades antiinflamatorias y antioxidantes. Elizabeth Blackburn, Premio Nobel de Fisiología o Medicina por su descubrimiento de la telomerasa, dice: “Una dieta concantidades adecuadas de ácidos grasos Omega-3 parece vincularse con un mejor mantenimiento de los telómeros. El Omega-3 está disponible en suplementos, pero también se encuentra en alimentos como el pescado azul y las semillas de lino. Está bastante claro que si las personas tienden hacia una dieta de alimentos integrales en lugar dea una dieta rica en alimentos procesados, carnes rojas, bebidas azucaradas y pan blanco, verán efectos cuantificables sobre los telómeros.”

• Se recomienda actividad física para la salud en general, y esto impacta también a favor de los telómeros. Un estudio sostiene que el ejercicio moderado ayuda a mantener el largo de los telómeros, pero los beneficios decrecen cuando el ejercicio es excesivo. Dice Elizabeth Blackburn: “La buena noticia es que no hay que ir al gimnasio tres horas por día ni correr una maratón a la semana. Las personas que hacen ejercicio aeróbico moderado (unas tres veces por semana durante 45 minutos) tienen telómeros casi tan largos como los corredores de maratón. Mezclar las disciplinas también parece ser bueno: un estudio demostró que cuanto más variado sea el ejericio, más largos lostelómeros.”

• Dormir suficiente, no fumar (ni haber fumado) y evitar el estrés también protegen los telómeros. 

“Por primera vez en la historia de la humanidad muchas personas viven casi un siglo, y por primera vez los científicos intentan que todos vivamos incluso más que eso con buena salud. No con elixires ni terapias exóticas sino aplicando la más pura ortodoxia científica”, escriben María Blasco y Mónica Salomone en su libro.

Sin embargo, agregan, “centrar la investigación actual sobre el envejecimiento en la longevidad es un error grave. El objetivo hoy no es vivir más, sino mejor.

Como nos ha dicho Gaby Piccoli más arriba, aprender a desafiar la perspectiva del tiempo es la

nueva salud. O esto de habitar nuestras contradicciones, conocer nuestros botones detonadores del stress que acortan los telómeros.

Aprender a morir; seguramente esto sea haber vivido en la longevidad-consciente tambien, observación que la ciencia pueda y deba considerar en su nueva cronología.