Ayuno intermitente

Fue, según Google, la dieta más buscada en 2019. Halle Berry, Gwyneth Paltrow, Jennifer Aniston y Reese Witherspoon son solo algunas de las famosas fanáticas de esta forma de alimentarse (o no alimentarse), pero no se trata solo de una moda porque numerosos estudios científicos reportan cómo impacta positivamente en la salud.

Hay diversas formas de practicar el ayuno intermitente: una de ellas es reducir el horario de las comidas a una ventana de 5-6 horas por día (comer lo que haya que comer pero dentro de ese plazo horario) y hay otra más extrema que propone comer una sola comida por día, dos días de los siete que tiene la semana.

“El ayuno intermitente es completamente lógico. La comida que comemos es transformada en enzimas por nuestro aparato digestivo, y luego termina en moléculas que transporta nuestra sangre. Los carbohidratos, especialmente las azúcares y los granos refinados, se transforman enseguida en azúcar, que nuestras células usan como fuente de energía. Si nuestras células no usan esa reserva, se conserva como grasa. Pero el azúcar solo puede entrar en nuestras células a través de la insulina, una hormona que fabrica el páncreas. La insulina transforma el azúcar en células adiposas y las mantiene así. En el espacio de tiempo que hay entre comida y comida, y si no comemos nada en el medio, nuestros niveles de insulina bajan y entonces las células adiposas empiezan a liberar el azúcar como reserva de energía. Si permitimos que nuestros niveles de insulina bajen, perdemos peso. La idea del ayuno intermitente es permitir que nuestros niveles de insulina bajen lo suficiente (y durante el suficiente período de tiempo) para que se consuma la grasa”, dice la doctora Monique Tello en Harvard Health Publishing.

Entre los beneficios que se reportan están una mayor resistencia al estrés, aumento de la longevidad y una menor incidencia de ciertas enfermedades, como el cáncer y la obesidad.

“Hago ayuno intermitente hace un año. Me salteo el desayuno todos los días y hago dos comidas, una a la 1 pm y la otra a las 8 pm. Después, ayuno durante 16 horas hasta que empiezo a comer otra vez a la 1 pm del día siguiente”, dice James Clear, un escritor y fotógrafo norteamericano que deja su testimonio en su página web. “Como no entramos en estado de ayuno hasta doce horas después de nuestra última comida, es raro que siguiendo un plan alimentario normal lleguemos a la situación en la que quemamos grasas. Esa es tal vez una de las razones por las que las personas que empiezan a practicar ayuno intermitente pierden peso aunque no cambien los componentes de su dieta, o las cantidades que comen, o su rutina de ejercicios.”

“En principio es para todo el mundo. Todos, de hecho, ayunamos por la noche. Ayunos de 12 a 16 horas son seguros en todos los casos y la respuesta es buena. Por cautela, no recomiendo ayunos más prolongados que esto en niños, o en embarazados, o en mujeres que están amamantando, y tampoco es recomendable para personas que tuvieron trastornos alimentarios. Al igual que con cualquier estresor, hay que empezar gradualmente: cenando un poquito antes, o desayunando un poco más tarde y después seguir con ayunos más prolongados”, dice Marcos Vázquez en su cuenta de IG @fitness.revolucionario

Es de consenso que no es fácil empezar a practicar ayuno intermitente. Como siempre, TheGelatina recomienda consultar con un profesional los posibles efectos y su mejor implementación.


  • Hola, me gusta mucho el blog. Tengo una duda el Dr. Viñuales habla de 4 comidas al día y acabo de leer un artículo sobre ayuno intermitente. Cuál de los 2 “métodos” de alimentación es la que más favorece a la salud, más allá de bajar de peso?
    Y otro temita: Me gustaría que hubiera comentarios de productos de belleza que se pudieran adquirir en Argentina.
    Cordialmente
    deby

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