Editorial Nº17

Mi columna dominical pretende ser realidad (o no) y ficción (o no) semana tras semana. Una mezcla de temperaturas. Es la forma que encuentro para mostrarles que lo importante es lo que pasa entre foto y foto.

Buscaré aquí un guiño que vaya bocetando el propio sistema de creencias de una persona normal, que intenta un balance para que la vida tenga sentido todo el tiempo. Salud!

FRIO

Hoy estas líneas de frío son para Noel, para Meli, para Pam, para Vicky, para Rocio, para Ana, para Julieta, para Susana, para Vale, para Ceci, y para todas las mujeres, que están pasando o pasaron por un momento sin salud.

Hoy 8 de marzo, y mañana 9, y el 10. Y todos los días que les toque atraversar.

Porque se habían curado. O se volvieron a operar.

Porque se acaban de enterar que están enfermas y no saben cómo contárselo a sus hijos.

Porque se lo han contado y son sus mejores guardianes y el mejor sostén.

Porque alguna de ustedes no tienen hijos y me dicen que se sienten solas estando enfermas.

Porque en medio de la falta de salud su pareja las ha dejado.

Aquí estaremos para seguir acompañándolas cada domingo.

Gracias por sus mensajes y sus palabras, me emocionan.

Sanen leyendo. Sanen escribiendo. Todo lo que puedan. No paren de leer. De buscar el rayo de sol en la cara. Si que pasa.

La última canción en la playlist que dimos hoy de la banda de sonido “Comer, rezar y amar” se llama “Attraversiamo”. Se atravesará. Y mejor si ha sido con buena fe.

CALOR

En casa hay una alacena saludable y una alacena “para matarrrrseee” como dicen nuestros cinco hijos. Y se rien. Pongo esto en calor porque no es para angustiarse pero si es para tomar consciencia un buen día. 

Hay un día en el que hay que saber qué comemos porque a partir de ahí la vida cambia. 

El ánimo cambia, el cuerpo cambia, la salud cambia.

A mi ese buen día me llegó por necesidad hace 4 años: necesitaba más combustible. Quería que mis hijos tuvieran más mámá. Y todo lo que leía acerca de historia de sobrevivientes, de gente recuperada, de gente que volvía a empezar, empezaba por la comida, seguía por el sueño, seguía por el entrenamiento. 

Damos hoy en The Gelatina una nota acerca de la felicidad de una alacena ordenadiiita. 

Además de orden sepamos que necesitamos calidad de alimentos. 

Hacer estos cambios de a dos es un gran plan. Juan me acompaña full en ésta: todos los días le meto algún ingrediente nuevo.

Empezar de a poco a tener espacio dividido en esa alacena, o dos alacenas distintas para bienvenir a toda la sección sin gluten, azucar reducido y no lácteos son 3 cosas que a mi me resultaron. Sin extremos y de a poco:  este es un buen Norte. Para mi. Siempre con la compañía de un médico.

Intestino desinflamado: mente sana. Ojalá puedan leer y recomendar a todos los que puedan una de nuestras primeras notas “Atención a las entrañas” en la que contamos que el intestino es el segundo cerebro del cuerpo.

El pan, los fideos, las galletas saladas, galletitas dulces, alfajores, antojos, masas. Todo está hecho con harina buena y es rico hoy.

Tener agua de coco fresca en la heladera, leche de coco en lata aunque sea, leche de almendras en lugar de la de vaca, yogurt de coco. 

Reemplazar las harinas blancas por las harinas buenas (integral, almendras, coco) para cocinar las tortas para los viernes y el fin de semana para esas horas indomables. 

Tener frascos con todos los granos bueno listos.

La variedad de arroces buenos nuevos y mezclas salvajes que nos hacen quedar como grandiosas en la mesa. Hay un arroz negro rico, sexy, bomba, que se llama arroz salvaje. Yo lo mezclo con arandanos disecados, semillas de calabaza cocida o pistachos, más cuadrados de calabaza. Hay un arroz Basmati que viene en mezcla con este arroz negro también. Son gol de media cancha.

Y todo en la naturista. Y hay mil emprendedores que venden estos granos al por mayor, hay mercados. Mayoristas. Hay opciones.

Mi compra principal hoy es en el naturista.

Ahí es dónde más invierto. Complemento en el supermercado. Gasto más depués en verdulería y carnicería. Pero ya mi compra más grande no es casi en el supermercado como era antes.

Y esto debería ir pudiendo ser asi. Porque esta es la medicina más lógica. 

Lejos de ser algo cool, o tirado de los pelos, o lejano.

Si nos ocupamos de la ropa que vestimos, o de los planes del fin de semana, porqué no vamos a ocuparnos de qué estamos comiendo?

Y hay excepciones de pizza y chocotorta. Y depués se vuelve en alegría a la rutina. Como todo. Se trata siempre del balance. 

La buena alimentación nos da longevidad. De esto habla el mundo hoy. Ya no se habla de flacura o gordura, se habla de la capacidad que tienen las células para oxigenerase con ayunos intermitentes, de los órganos y los horarios de ingesta para poder limpiarse en los períodos correspondientes de descanso, se habla de suplementación después de cierta edad. La alimentación en casa es un legado. Y todo comenzó con la alegría de una alacena ordenada. Salud! Salud para todos.

L.-