Editorial Nº39 – “Mi querida”

Mi columna dominical pretende ser realidad (o no) y ficción (o no) semana tras semana. Una mezcla de temperaturas. Es la forma que encuentro para mostrarles que lo importante es lo que pasa entre foto y foto.

Buscaré aquí un guiño que vaya bocetando el propio sistema de creencias de una persona normal, que intenta un balance para que la vida tenga sentido todo el tiempo. Salud!

FRÍO Y CALOR

Querida Lala,

Te van a gestar a los 9 meses de haber nacido tu hermano más grande. 

Vas a nacer siendo tan fea que tu papá se va a ir a comer un sandwich de jamón crudo a la vuelta del sanatorio para calmar su desazón: cómo una hija mujer asi! Pero pronto te convertirás en su joya. Y en la joya que hubieras sido para tu abuela Coca que nunca conociste pero hoy está en vos, queriendo vivir en la alegría.

Ahi estás Lala, ahora con seis años y un sweater polera rojo tejido a mano. Tenés dos colitas en el pelo, zapatos de ortopedia marrones puestos al revés para separar bien tus rodillas de grande. Es que casi las tenías pegadas. 
Estás en la puerta de tu casa en la calle Monroe. Despedís a tu papá que parte a trabajar como todos los días. 
La inmensidad de los padres. 

Vas a aprender que no son perfectos y ese será uno de los días más tristes de tu vida. Que se han desvivivo por vos a su manera. Que su generación ha sido una generación entrenada para las guerras locales o mundiales, que ellos han sido entrenados para matar o morir. Que su nivel de consciencia es casi generacional, y que seguramente hubieran amado saber más de introspección.

Aprenderás que si metes a tus padres en tu propio proceso de crecimiento, no será justo para nadie. 
Pues a ellos no les han enseñado a sentir, como a vos, en definitiva. 
Te repondrás y tratarás de entender que han hecho lo mejor que pudieron. 
Sus cinco hijos han sido pues, su verdadera intención.

Aprenderás rápido a agradar. 
Vas a llenar cuadernos con espiral de tus notas, poemas y canciones traducidas. Harás muchos de los discuros de tu colegio. 
Habrá en especial una maestra, Silvia, que te enseñará acerca del estima y el brillo propio.  

Vas a tardar bastante en aceptar y aprender que las opiniones de lo demás sólo se basan en sus batallas y su historia. 

Harás el colegio casi de forma perfecta.
Pero llegarás más cansada a la facultad.
Tardarás muchos más años en terminarla pero lo harás. 
Y el pánico a los exámenes orales sólo será anécdota. Ya no te costará hablar en público. 
Defenderás grandes ideas frente a enormes personas.

Te pelearás con lo injusto e intentarás maternar aún sin ser mamá todavía. El orden de las cosas te desesperará. 
Deberías Lala, como dice Borges, haber comido más helados y menos habas, pequeña.

Pues todo estará bien mañana. 
Debería haberte emborrachado a tiempo, rateado a tiempo, gritado a tiempo. 
Dormido a tiempo.

Deberías haber sabido que tu modelo de familia es para obviar o repetir. Y deberías haber elegido a conciencia.
Consciencia?
Así podrías haber hecho un camino sin algunos zig zag. 
Aunque resulta que eso también será la vida. 
Te amarán y amarás pero no querrás eso así por siempre.
Nacerán tres hijos maravillosos, sanos, emocionalmente brillantes. En esta vida personal de joven, se te desgarrará el alma. Conocerás enfermedad e incomprensión. No has venido a salvar.

Trabajarás años y años ayudando a marcas y personas a contar su historia, a ser incluso mejor de lo que parecían. 
La vas a pasar tan bien trabajando. Conocerás amigos, colegas, jefas y jefes maravillosos. Te llenarás de honra. De experiencia.
Te despedirán también.
Te saldrán luego oportunidades mejores.
Colaborarás con otros en que los relatos sean preciosos. 
Un día, te llegará un trabajo que te pedirá comunicar una cosa, pero que hace otra.

La iglesia perdonará tu ruptura en lo personal, en la salud y en la enfermedad. Parece que necesitarás también ese perdón.
Te aconsejará que estés siempre cerca del camino de María. Aún años después te seguirá drenando este consejo.
Cada vez lo entenderás mejor.

Un gran médico ayurvédico te explicará que nacemos en la vulnerabilidad, y que desde ahí intentamos hacer todo, para que nos quieran.
Una grandiosa decodificadora leerá a tu cuerpo dividido en tres. Te dará la tarea de unificarlo. Cuando lo escuches, creerás haberlo entendido. Pero habrá más. Te dirá que un mes de octubre te verá multiplicando voces y voces. Verá en ese octubre tu vocación. No lo entenderás ahí. 
Sí luego.
Una majestuosa consteladora, verá en ti sólo bonanza. 
Sólo bonanza.
Bonanza es tiempo sereno y tranquilo, especialmente en el mar. Es prosperidad, desarrollo económico o social favorable.
No terminarás de entenderlo después de haberlo escuchado. Pero así será creo.

Te casarás, pero te casarás otra vez. Juntarán media docena de niños.
Aprenderás lo que es el amor con respeto. 
Aprenderás lo que es evolucionar con un otro. 
Aprenderás de otro aunque no te guste siempre aprender así. Bajarás la cabeza y la guardia.
Volverás a ser femenina. Reposarás bajo el ala del guerrero.

Aprenderás lo que es una vida en calma de corazón, de mente, de cuerpo. Con paisajes desconocidos. Con oportunidades llenas de seguridad y confianza.

Te amarán y amarás otra vez, esta vez como escribías en esos cuadernos tuyos.
Podrás elegir esa vez, porque a esa edad, la segunda vez, ya tendrás las herramientas. 
Vivirás en el amor y no en la furia.
Vivirás encuentro. Nada te será fácil pero sentirás que todo vale la pena.

Te saldrás de golpe de un trabajo de prestigio y oportunidad pero agotador. 
No medirás las consecuencias de lo transitado hasta darte cuenta, que hubo un buzo verde de algodón que te acompañó por meses y meses mientras dormías. 
Mientras descansabas de semejante maratón y acoso hacia tu persona. 
Te entenderá tu amor, con el respeto que ni siquiera vos te habías tenido. Te alzará. Te elevará. Te ayudará a confiar y a brillar.
Dormirás sin parar por bastante tiempo. 
El beso del príncipe lo tendrás también, todos- esos -días.

Te dije, todo estará bien. Lo que no habías dormido de niña, ya lo has dormido querida Lala.

Asique casi a mitad de tu vida, despiertas.
Despertarás y necesitarás comer diferente, moverte diferente, hacer siestas y descansar distinto. 
Gozarás. 
Necesitárás remedio y sanarás. 

Despertarás y leerás y escucharás a otros enseñarte sin conocerlos siquiera. 

Despertás y mezclarás sin sentido hasta que la mezcla se hará gelatina. 
Con frio y con calor como la vida.
Será un postre y un proyecto y un amor. 
Aprenderás de otros que tan bien se han repuesto y que cuánto hacen aún para seguir así de bien.

Y tu misión será informarlo, contarlo en paz. 
Harás de esto un estilo de vida pero también un trabajo. Te rodearás de personas mejor que vos para hacerlo posible.

En tu nueva familia encontrarás el sentido de la adultez. 
Podrás amar a niños con profundidad y consciencia. Te equivocarás y será complicado a veces. Pero verás que harás niños mejores.
Así de sólido lo habías buscado. Tendrás siempre hijos que no son tus hijos pero son tus hijos. Además de tus hijos.
Esta es una misión que sólo bien vivida y entendida te expandirá, sino, te hará sufrir. 
Aprendé, desafiá tu mente. Vas a crecer.

Y así seguirá, Lala. 
Será mezclado. Será compartido.
Será bonanza.
Será niña.
Será niña tu última hija.
Y vos habrás sanado.

Salud!

L.-

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