Ganar es posible

Por Lala Bruzoni
Founder @the.gelatina


Aunque pierdas ahora.

“El éxito en una relación es esencial para tu crecimiento personal, porque te hace creer que triunfar es posible en todas las demás áreas de tu vida”, cita David Richo en su libro Cómo ser un adulto en las relaciones y las cinco claves para un amor consciente.

Ni digamos, qué nos hacen creer las relaciones cuando dejan de ser tan exitosas. Las relaciones importantes eh, esas en las que sabés que has hecho todo lo mejor posible, esas en las que lo diste todo. Pues estas relaciones, al terminarlas, te hacen sentir que perderás en todas las áreas de tu vida. Todo se cae a la vez. Pues se te rompe el corazón. Se te desarma la vida. Digo, en esos cuerpos en los que el corazón es el que manda.

Es interesante lo que David Dicho nos deja con su libro. Muy táctico éste y ya para esos amores maduros con edades algo entradas en años: aprende uno allí con concisión, les dejo los principales puntos que me llevo sin importar si es el diario del lunes. Soy de las que creen que las buenas relaciones nunca se terminan.

  1. El amor es más que las mariposas en el estómago (sabido), pero devela un estudio en el que muestra cómo es propio de la naturaleza humana arriesgarse siempre a amar, a pesar de las experiencias pasadas o de las terribles historias que vimos. Dice que debemos aceptar que el amor por sí solo no basta y que para hacer que una relación funcione requiere de adquirir habilidades específicas. Muy bueno como el autor define el amor, otra vez apela a la táctica: “ el amor es la práctica de dar y recibir las CINCO A: atención, aceptación, aprecio, afecto y acceso”. Y aunque estas cinco A se dan a los demás, hacen que el individuo sea más amoroso en el proceso. Nos explica cómo el amor verdadero es necesario para todas las formas de crecimiento, incluido el psicológico y el espiritual. Te ayuda a perdonar y a dejar el pasado, lo que hace posible que sigas adelante  y ames íntimamente a otra persona.
  • La verdadera intimidad es necesaria para que las relaciones sobrevivan: nos explica que toda relación que dura está marcada por verdadera intimidad. Y dice que la intimidad implica reflejarse (verse): una persona que pueda replicar nuestros pensamientos, ayudarnos en nuestros objetivos, comprender nuestros sentimientos, escucharlos. Las relaciones íntimas son un escenario ideal para este crecimiento también personal. Sino siempre va a crecer uno más que el otro, y esto aguantado en el tiempo, trae conflicto. Explica que formamos y cristalizamos nuestras ideas, puntos de vista y deseos, planes, al estar en diálogo constante con un ser querido. “Al conocerlos, llegamos a conocernos a nosotros mismos”. Y además, pienso… ¿existe un plan mejor? Una bandera roja acá es confundir amor con apego. El apego siempre estanca, no implica verdadera intimidad, no progresa. Cuando dos personas están enamoradas la relación pasa por varias etapas de crecimiento que mejoran la intimidad. Les recomiendo mucho detenerse en la parte en la que el autor nos cuenta cómo es eso que no todos están preparados para el amor. Cómo esto no hace una mala persona a nadie, cómo ésto indica las necesidades personales, cómo pueden detectarse estas cosas. Qué le absorbe a algunos, qué a otros. Y la importancia de la honestidad. Habla de una prueba básica, la de preguntarse si uno se siente cómodo viviendo y compartiendo su vida con otra persona. Hay un dato maravilloso, que parece simple, pero no lo es: sabían que los adultos maduros sólo buscan en su pareja un 25% de sus necesidades? El otro 75% lo obtienen de sí mismos, los amigos, la familia, la carrera profesional, los propios gustos. Yo hubiera dicho que mi amor es mi mitad. Hubiera hablado de un 50%. De todo uno aprende. O todo es debatable quizás.
  • La confianza y el romance son esenciales en las relaciones: “Las necesidades y expectativas insatisfechas, como los sueños no cumplidos del pasado o la niñez, influyen en la mayoría de las relaciones. Y por eso son importantes la confianza y la honestidad”. Dicho, el autor, insiste en que seamos sinceros con nuestra pareja acerca de lo que puede esperar de nosotros y de nuestras reacciones, incluso (de nuevo lo táctico) ante determinadas situaciones límite o gatillo. Además -con sabiduría- nos aconseja compartir defectos, carencias y puntos fuertes si se busca un compromiso a largo plazo.

“Enmascarar la personalidad con la esperanza de ganar el amor y revelar más tarde tu verdadera identidad difícilmente funciona. Sé tú mismo. La persona adecuada te querrá por quien sos”.

También como ya sabemos, habla con claridad de las dos fases del amor: la romántica y la del compromiso intencionado. Dice que el romance es una de las experiencias humanas más fuertes, que se parece al paraíso! Pero agrega que claramente es temporal. Los adultos sí que lo sabemos. Aunque es una buena forma de empezar una relación amorosa, la unión solo sobrevivirá si conduce a un compromiso maduro. El ve al amor más que como un sentimiento, como una forma de estar presente.

Una parte muy interesante para las rupturas: Los enamorados deben tener cuidado de no caer en la adicción romántica, que es muy distinta del romance. En este último, ambos miembros de la pareja se relacionan y sienten lo mismo al decir adiós; mientras que en la adicción, un miembro de la pareja está poseído por el otro. Una buena bandera roja aquí: si uno se da cuenta de que está luchando contra ella, no debe sentir vergüenza. Buscar ayuda lo antes posible aconseja, porque es difícil superarla en solitario. Experimentar sentimientos más intensos después de una relación que durante ella es señal de que el duelo está reviviendo. Quizá no solo por la pérdida reciente, sino también por otras anteriores, a menudo de la infancia. Ante esas situaciones dolorosas, el ego se manifiesta como frustración y miedo. Pero debe uno estar dispuesto a dejarlo.

4. La Clave es la Cooperación y la Asociación: el romance muestra el lado luminoso de una relación, mientras que el conflicto representa el oscuro. Ambos son esenciales para construir un vínculo fuerte. El paso del romance al conflicto ocurre en tres etapas, muy interesante, aunque parezca obvio!

  1. La etapa ideal: Todo es de color de rosa.
  2. La etapa normal: La excitación y los sentimientos amorosos pierden intensidad.
  3. La etapa de desgaste: Altos niveles de estrés, posibles rupturas y aparición de la depresión. Si te esfuerzas por resolver las disputas, pueden ser bendiciones disfrazadas (se oculta con dinero, viajes, mudanzas, hijos, salidas de a muchos amigos, adicción al trabajo, amantes, entre otros). La cooperación es la clave.

Para lograrlo, es crucial comprometerse a:

  • Explicar y decir siempre la verdad tal como es
  • Tomar decisiones que demuestren que uno valora la relación.

Además, ser extrovertido o introvertido también puede influir en cómo se resuelven los enfrentamientos. Es importante entender las reacciones de tu pareja y usar un lenguaje emocional que comprenda.

Acumular quejas puede ser perjudicial y deteriorar la relación sin que tu pareja se de cuenta de su impacto.

Paciencia en Conflictos Mayores

Conflictos más grandes implican más comprensión y más paciencia. Algunos conflictos, como los derivados de una infidelidad, pueden no resolverse con cooperación inmediata y solo el tiempo puede curarlos. Buen punto cuando el autor insiste en que los conflictos no lleguen a la tercera fase, donde resolverlos es más difícil (etapa desgaste). Es tan poco cotidiano revisar la táctica de la pareja cuando uno está sumergido en la crónica familiar de todos los días. Pero qué lógico este consejo. Lo mismo cuando leí que lo mejor es no huir de los conflictos si el objetivo juntos es construir una relación duradera. La cooperación y el compromiso son fundamentales para superar las dificultades y fortalecer el vínculo. Ahora, cuando una de las dos personas no está en esta partitura, ya la falta de las mismas notas musicales hace que ni el acuerdo comience a darse. La música no suena en el momento más complicado y es improbable que aunque el tiempo pase esta partitura suene acorde: deben ambos cooperar, volver a acordar y muchas veces el quiebre es la única salida.

5. El Miedo y la Infidelidad: el miedo y la infidelidad son dos factores que pueden destruir incluso las relaciones más fuertes. Muchas personas comienzan a temer la intimidad cuando sienten que su pareja puede no corresponder su afecto o cuando temen que la relación termine. Estos temores son normales y no deben impedir que se piense con claridad o el amor se exprese. Dos miedos centrales en las relaciones son:

  • Miedo a ser absorbido: La preocupación de perder la libertad al volverse íntimo.
  • Miedo al abandono: El temor de no sobrevivir emocionalmente si la pareja deja al otro. Este miedo suele surgir por la falta de atención, aprecio y afecto (tres de las cinco A!). Para combatir el miedo al abandono, es útil rodearse de amigos, gustos personales y situaciones que fortalezcan el bienestar emocional. Esto reduce directamente la ansiedad. Enfrentar estos miedos, originados en experiencias pasadas o en la infancia, es crucial para mantener una relación saludable (primero con uno y luego con una ex pareja o pareja en reconciliación).

Un buen consejo que da el autor, muy práctico: casi un truco psicológico: identificar acciones, palabras y acontecimientos que hagan sentirlo a uno amado, y hacer una lista de ésto con la pareja para repasarla en momentos difíciles.

Para Dicho la infidelidad no es sólo un problema de quién la comete. Es un problema de pareja, no individual. Puede que al principio parezca concernir más a quien la comete, pero es el resultado de problemas acumulados a lo largo del tiempo. Aceptarlo es, comprensiblemente, difícil para ambas partes. En lugar de culpar de la infidelidad a la persona infiel, es relevante hacerle ver su error y que comprenda lo mucho que sus acciones han herido a su cónyuge. Pero más allá de eso, ambos miembros deben trabajar juntos para sanar y proteger su unión. Si la persona infiel no está dispuesta a cambiar, no se puede hacer casi nada al respecto. ” Lo peor del miedo es lo que te hace cuando intentas ocultarlo”, cita.

La infidelidad también desencadena el miedo a ser absorbido o abandonado en ambos miembros de la pareja. Se puede superar o reducir significativamente estos miedos utilizando el enfoque triple A:

  • Admite el miedo
  • Accede a sentirlo
  • Actúa como si no lo tuvieras

6. Hacé el duelo.

Todas las relaciones terminan, así que hay que permitirse pasarlo. Lo contrario del ego es el amor cooperativo, en el que los miembros se preocupan por cómo hacer que su relación o su ruptura, funcione. Dice que ayuda eliminar el F.A.C.E. (por sus siglas en inglés fear, attachment, control, entitlement) del ego inflado, que conlleva el miedo, apego, control y soberbia. El ego es el mayor obstáculo para la intimidad, aunque es saludable cuando nos ayuda a tomar buenas decisiones y a cumplir nuestro propósito.

No dejes que la soberbia arruine tu relación

Está bien esperar cosas de la pareja, pero se agotará emocionalmente, dice, cuando se convierta en algo excesivo. En lugar de cruzarse de brazos y ver qué puede hacer la pareja por uno, recomienda que sigamos el viejo consejo: buscar siempre qué puede hacer uno por ella primero. Esta acción evitará que sea uno egocéntrico. Es inevitable que toda relación termine de un modo u otro. Ser conscientes de esto nos facilita afrontar la pérdida y el duelo subsecuente.

Cuando uno se aflige por el final de una relación, es porque sus necesidades de intimidad ya no se verán satisfechas. El final de algo y la introducción de una coyuntura estresante e hiriente también pueden provocar dolor. Pero aceptarlo es igual de bueno.

Sin embargo, dice el autor, se sentirá el dolor del duelo cuando se luche por aferrarse a algo que ya se ha ido. Aferrarse es la parte más triste de dejar ir. Aunque sea duro, nada es para siempre.

Es una buena idea nos insiste Dicho, empezar a vivir la vida teniendo esto en cuenta. Cuando una relación termine por muerte, separación o divorcio, recomienda buscar un lugar donde se pueda llorar a solas y dejarse llevar.

No intentar evitar el duelo lanzándose a una nueva relación; él dice que nunca funciona.

Nos recomienda dejar que el proceso nos ayude a crecer.

Aunque pierdas ahora, ganar es posible luego. Agrego.