“Nunca fui un niño de libros”, dice Jeffers, “prefería mil veces salir a jugar a la calle.” Sin embargo, este irlandés que creció en Belfast y vive en New York es uno de los creadores de libros infantiles más trendy del momento. Y decimos “creador” porque sus dibujos son arte, un arte difícil de definir, de a ratos muy simple y de a ratos muy complicado, trazo fino, delicado, que van acompañados de textos escritos a mano también por él con una tipografía de estudiante. Oliver no solo los compone, sino también los lee (pueden verse los videos en youtube), hace performance y representaciones.
“Todo se dio medio por accidente. Lo de los libros infantiles y lo de escribir encima de los dibujos. Empecé a poner palabras sobre las imágenes porque me parecía un recurso gráfico cool y completaba la información del dibujo.”
Es autor de Arriba y abajo, Este alce es mío, Niña hecha de libros, El misterioso caso del oso, Atrapados, El corazón y la botella y varios títulos más que están traducidos a cuarenta y cinco idiomas y vendieron más de 12 millones de copias en el mundo.
Sus originales se mostraron en el Brooklyn Museum de NY y en la National Portrait Gallery de Londres, por nombrar solo algunos. Y tiene muchos premios.
The New York Times eligió, por sobre todos, uno de sus libros. Se llama El día que los crayones renunciaron y se consigue en español. El protagonista del cuento encuentra una pila de cartas: son las renuncias de su caja de crayones. En cada carta, cada crayon escribe los motivos de su renuncia: el rojo está cansado de trabajar tanto, el azul está harto de ser el color preferido, el amarillo y el naranja renuncian porque no quieren seguir peleando a ver quién es el color del sol, el rosa no quiere ser más cosa de chicas, el beige está podrido de ser una variante del marrón… Y así. Entre dibujos vibrantes y mucho humor, este libro es una joya hermosa, para grandes y para chicos. Y para leer grandes con chicos.