Amo el piercing como detalle de rock en una mujer clásica. Hace añares ya que persigo, investigo y compro los aros más chiquitos del planeta tierra. Me cuesta mucho encontrar combinaciones microscópicas y de calidad que hagan que la oreja tenga ese mix ultra femenino, chic, elegantón. Se entiende? Lo logro pero me convierto en una cazadora serial de este rubro. Y cada vez quiero más agujeritos. No paso de la oreja. Tiene que ver con una de las notas centrales de hoy. Ya se lo que me queda bien. Tengo obsesión por estos días. Quizás sea el verano que asi me pone.