Desde que nacemos, y empezamos a alimentarnos con leche materna, el cuerpo cultiva sus propios microorganismos en el intestino que conforman la flora intestinal. Ésta está compuesta por aproximadamente 100 millones de microorganismos de 1000 especies diferentes. Los probióticos son una de las especies buenas. El término significa “a favor de la vida” – pro-biótico – y se los llama así por la cantidad de beneficios que tienen para el cuerpo.
La microbiótica gastrointestinal es el filtro de los alimentos que consumimos, es la primera interfaz entre el medioambiente y el sistema inmunológico. Solo un tercio son comunes a todas las personas, mientras que el resto son específicos de cada uno. Es como un carnet personal de identidad: nos define casi como nuestra huella digital. Desempeña un papel fundamental en nuestra vida y en el funcionamiento de nuestro organismo, ya que actúa mejorando la función inmunológica, inflamatoria, la absorción y la producción de vitaminas, el mejoramiento de la función hepática, entre otras. Con el tiempo, la flora intestinal se va deteriorando por muchos factores, como la mala alimentación, el consumo de ciertos antibióticos o la salud en general.
A pesar de que sabemos que los probióticos se encuentran de manera natural en el tracto gastrointestinal, en varias enfermedades este equilibro se ve comprometido, por lo que se vuelve necesario suplementar con probióticos que promuevan un equilibrio metabólico e inmunológico. Según estudios recopilados por el National Digestive Diseases Information Clearinghouse de Estados Unidos, estos microbios beneficiosos actúan contra el síndrome del intestino irritable (SII), una enfermedad crónica que afecta aproximadamente al doble de mujeres que de hombres y que se da con mayor frecuencia en personas menores de 45 años. El SII es un trastorno de la función intestinal que se produce por la permeabilidad de la mucosa, que deja pasar al cuerpo lo que no debería. Los probióticos ayudan a reparar esta porosidad, pero también tienen otros efectos sobre la salud, como atenuar los efectos colaterales de la ingesta de antibióticos y los síntomas asociados con el resfrío común.
“El síndrome del intestino irritable es una alteración de la barrera intestinal que favorece la liberación de más hormonas de estrés, deteriora las respuestas inmunológicas -inmunosupresión- y genera déficit de micronutrientes ya que este desorden no permite que se absorban de manera adecuada. Los probióticos disminuyen la lesión de la mucosa intestinal y estimulan la respuesta inmune sistémica, impactando en toda la salud general del paciente” , asegura la Dra Mariana Cannellotto, directora de Biohelper. Es por este motivo que está tan vigente el concepto de inflamación en el campo de la salud contemporánea (ver nota titulada “Segundo cerebro”). “A la vez, existen muchos estudios nuevos y otros tantos en investigación que buscan entender cómo impacta la función intestinal en el sistema nervioso. Buscan la forma en que, a partir de la regulación de la microbiótica intestinal, se puede mejorar la funcionalidad del sistema nervioso para tratar la ansiedad, la angustia y la depresión, entre otros trastornos”, agregó.
El alimento suplementario a base de probióticos está a la venta en distintos formatos, dosis, cápsulas o pastillas. Se recomiendan las cápsulas sobre las pastillas por su rápida absorción. La Dra Cannellotto aconseja que siempre se utilicen bajo supervisión de un médico, ya que existen muchas cepas y diferentes concentraciones y dosis recomendables según el caso. Una alimentación específica también suplementa: los alimentos con más contenido de probióticos son el kéfir, el chucrut, los pepinos agridulces, la kombucha y el chocolate amargo, entre otros. Incorporarlos ayuda a fortalecer los microorganismos de nuestro cuerpo, la protección frente a diversas enfermedades y nuestro bienestar general.
En TheGelatina somos pro probióticos, pero bajo supervisión médica. Cada vez más estudios confirman la relación directa que existe entre el intestino, las enfermedades autoinmunes, el estado de ánimo y hasta la longevidad, un tema que nos resulta apasionante.