Un chico grande

Youtube acaba de lanzar la serie documental sobre Justin Bieber titulada Seasons, que rompió la taquilla digital desde el primer episodio y que acompaña el lanzamiento de su disco Changes, “el álbum más personal de mi carrera”. Seasons espía el proceso creativo de Bieber pero también su vida íntima, y viene con entrevistas a sus amigos, colaboradores y a su mujer, Hailey Baldwin Bieber, una groupie totalmente enamorada.
Trece años tenía cuando un productor vio sus covers en Youtube y lo persiguió hasta firmar un contrato. Lo que sigue es la carrera de la fama inmediata, el reconocimiento mundial y los tropiezos naturales de lo que no es tan fácil de manejar para nadie.

En la serie Bieber cuenta que empezó a fumar marihuana cuando tenía trece y que fue escalando en sustancias hasta probar, por ejemplo, una mezcla de jarabe para la tos con alcohol y con esa droga recetada que salta en todos los ODs de las estrellas de rock. Tocó fondo. Se dio cuenta. Canceló el final de su gira de 2017 y se puso en las manos del Doctor Daniel Amen, que estudió a fondo su cerebro para rastrear sus adicciones y su depresión y le recetó, entre otras cosas, un tratamiento con oxígeno hiperbárico. Después de esto le diagnosticaron la enfermedad de Lyme, que también tuvieron Alec Baldwin y Avril Lavigne. Se trata de una enfermedad infecciosa causada por una garrapata que se trata con antibióticos, pero que produce irritación de la piel, problemas en las articulaciones, fiebre, dolor de cabeza y mucho cansancio. Y, para coronarla, también tuvo mononucleosis.

Hace pocos días Bieber estuvo en el programa Saturday Night Live, y dejó a todos muy preocupados. Aunque se lo ve muy flaco, estaba sonriente, y dice que ya está del otro lado.

“Fue difícil porque todo el mundo se mostró súper desagradable y crítico, diciendo que parecía que estaba drogado por lo poco saludable que parecía cuando, en verdad, no estaba sano y no sabíamos por qué, hasta que dimos con el diagnóstico”, le contó a Elle su mujer, Hailey.

Hailey y Justin se conocen hace años y tuvieron una relación de idas y vueltas hasta que se casaron en 2018 por civil, y coronaron con una fiesta en septiembre del año pasado en South Carolina.

Hailey dijo de él: “Estamos luchando para hacer esto bien, para construir una relación saludable. Quiero que la gente sepa esto, que venimos de un lugar genuino. Pero la verdad es que somos dos personas jóvenes que aprendemos a medida que avanzamos. No me voy a sentar acá a mentir y decir que es todo mágico. Siempre va a ser difícil. Es una elección. No es que todos los días uno se levanta y piensa oh, estoy tan absolutamente enamorada y vos sos perfecto. No, eso no es el matrimonio. Pero hay algo hermoso en ello, querer luchar por ello, comprometerte a construir con alguien. Como somos realmente jóvenes, de verdad da un poco de miedo. Porque sabemos que vamos a cambiar mucho. Pero estamos comprometidos a crecer juntos y a apoyarnos en esos cambios. Así, al menos, lo veo yo. Al final del día, él es mi mejor amigo. Nunca me canso de estar con él.”

Y él dijo de ella, en Vogue: “Yo soy el emocionalmente inestable. Me cuesta encontrar paz. Siento que todo me importa mucho y quiero que todo esté bien y gustarle a todo el mundo. Hailey es muy lógica y metódica, que es algo que yo necesito. Siempre necesité algo de seguridad y la vida que llevo es demasiado incierta todo el tiempo. Necesito al menos una cosa que esté ahí siempre. Y eso es my baby para mí.”

Tienen 26 y 24 años. Van a todos lados juntos y se los ve cómplices. Dicen que les gusta ver películas, escuchar música y bailar en la cocina mientras preparan algo para comer, como todo el mundo. “Ella es muy madura. Yo creo que podemos estar casados y aún así divertirnos y disfrutar nuestra juventud. Hablamos mucho de esto”, dice Justin.

Seasons destila compromiso. El de una pareja joven que se aguanta, el de una celebridad que lo tiene todo y supo frenar (primero) y volver a tocar con su banda de siempre (después), el de una niña-mujer que alterna bomba sensual con esposa de años. Buen programa para padres con hijos pre y adolescentes. Cada capítulo dura entre 8 y 11 minutos. Pochoclo, Gelly Telly y good show!!

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