Cantar

Porque somos militantes de la vida.

Dicen las biografías de Miles Davis que él tenía en la escuela una profesora de historia que una vez les explicó a sus alumnos que el blues había nacido del canto espontáneo de los negros en las plantaciones de algodón, como una forma de alivio de su esclavitud y su pobreza. También dicen que Miles se levantó de su banco y le dijo: “Eso es mentira. Yo soy de East Saint Louis, y mi padre es dentista y es rico, e igual toca el blues.” Miles se alzó en contra del sesgo, pero seguramente habría estado de acuerdo con ella si el tema de la clase hubiera sido el placer universal que da la música.
Hace más de una década, el campo de las neurociencias confirmó que la música altamente emotiva activa la zona de recompensas del cerebro. Que el pico emocional de una pieza musical -ese momento que nos da un escalofrío- provoca la liberación de dopamina. Y que incluso la liberación del neurotransmisor se anticipa al pico, que podemos activarla con solo recordar esa canción que escuchamos tanto y tanto nos gusta.

Cantar sana
Ed Sheeran empezó a cantar para tratar su tartamudez. Cantar ayuda a regular la respiración, lo cual es fundamental en este trastorno del habla, pero lo que pasa cuando cantamos es que repetimos una letra que ya sabemos o que estamos leyendo y lo que más incide en el balbuceo es el acto de cachear una palabra en el cerebro.
“En el acto de hablar, el cerebro controla la boca y las cuerdas vocales siguiendo como única guía la voz del hablante. Esta integración de movimiento y sonido ocurre normalmente en el lado izquierdo del cerebro, en una parte que se llama corteza premotora. En las personas tartamudas, en cambio, este proceso se da en el hemisferio derecho. En el acto de cantar también se produce esta integración de sonido y control motriz, pero el proceso se da en el lado derecho, lo que podría explicar por qué los tartamudos pueden cantar igual de bien que cualquiera”, escribe Carrie Arnold en la revista Scientific American.
Es como pasa en los pacientes que tuvieron ACV, que un lado del cerebro compensa las disfunciones del otro. “La musicoterapia puede ayudar a que pacientes que tuvieron ACV recuperen su capacidad de hablar y de moverse. Esto se debe al efecto extendido que la música tiene en el cerebro, que se describe como un proceso de sincronización. La sincronización es la activación simultánea de diversas neuronas de partes distintas del cerebro. Por ejemplo, escuchar un ritmo pegadizo activa el sistema auditivo pero también el motriz. Después de ciertos tipos de ACVs, las personas no pueden mover los músculos de la lengua o los labios, y es por eso que no hablan claro. Pero cuando se les pide que canten una canción que les resulta familiar usando las sílabas la o fa en vez de palabras, esto arrastra a los nervios de los músculos comprometidos. La sincronización torna más eficiente el proceso neurológico porque todo se activa al mismo tiempo. A los pacientes en recuperación de un ACV, caminar al ritmo de la música los ayuda a mejorar el equilibrio, la simetría y la velocidad de sus pasos”, dice el artículo Tuning In publicado en Harvard Health.

En su propia voz
Vir Módica es cantante, actriz y vocal coach. Es la directora vocal de LA VOZ, Argentina, y vocal coach en programas como Elegidos y High School Musical Popstars. Además, participó como actriz protagónica de La Novicia Rebelde, Drácula y Company, entre otras obras. Y tiene un emprendimiento personal junto a su socia, Karina Galin, que se llama Edutainment Worskhops en el que reclutan cantantes, los forman y les ofrecen oportunidades de estudio en Estados Unidos.

¿Cuál es el primer recuerdo que tenés de vos cantando?
“Tenía dos años y salí a la calle con una cuchara a cantarle a los vecinos. Me acuerdo de la canción que canté, una de Nino Bravo, América. Dicen que era bastante afinada pero cantaba con demasiada potencia. Y que no dejaba que los vecinos se distrajeran.”

¿Cuál es la canción que más emoción te produce cantar?
On my Own, del musical Los Miserables, amo profundamente ese musical. Cada vez que la canto me pasan cosas fuertes, me da mucha emoción, al punto que se me cierra un poco la garganta y la tengo que pilotear para seguir. Siento que cantar esa canción interpretando ese rol es un sueño que todavía tengo que cumplir. Es como si me perteneciera.”

¿Qué sentís cuando cantás?
“Cantar te armoniza, te alinea. Cada vez que me subo a un escenario a cantar me siento muy feliz. Es el momento en que me dejo ser.”

¿Cualquier persona puede cantar?
“Sí, creo que sí. Cualquier persona debería experimentarlo aunque sea alguna vez. Porque es una sensación muy liberadora y además le hace bien al cuerpo: mejora la circulación, aumenta la capacidad pulmonar y alinea los chakras porque hay determinadas vibraciones que de verdad nos armonizan. También mejora nuestra voz hablada, lo cual es muy importante para nuestra comunicación, que básicamente es todo.”

¿Qué quiere decir que una persona entona?
“Que es una persona afinada, que es musical. Puede afinar una melodía y es placentero escucharla.”

¿Qué quiere decir registro?
“Los registros vocales se dividen en tres: la voz hablada, que es la que usamos para hablar y que resuena en los huesos del pecho; la voz mixta, que es una voz media que se siente en la nariz y los pómulos, y la voz de cabeza, que es la voz que solemos reconocer en las sopranos, que resuena en la nuca y en la coronilla. Dentro de estos registros tenemos siete categorías: sopranos, mezzosopranos, contraltos, tenores, contratenores, barítonos y bajos. Se categorizan así según la extensión de ese registro y según donde timbre mejor una persona. Por ejemplo: a groso modo, un tenor está en su mejor expresión vocal cantando notas agudas, un barítono está en su mejor expresión cuando canta en el centro y el bajo, con las notas graves.”

¿Por qué el Feliz Cumpleaños o el Himno Nacional siempre salen desafinados? ¿Son difíciles de cantar?
“Me parece que es cultural. Si cantás el Feliz Cumpleaños todo afinado es como que no da. Pero el himno yo lo afino porque no puedo evitarlo.”

¿Vos cantás en la ducha?
“La verdad que no, en la ducha no canto porque es un momento de silencio y relax. Canto todo el resto del día.”

¿Qué pensás de la movida de cantar desde los balcones que surgió con el coronavirus?
“Me parece bastante original, cuando empezó fue novedoso y motivador y conmovedor. Ahora por ahí ya pasó. Pero quedará como un recuerdo de las cosas lindas que nos deja este momento tan particular que estamos pasando.”

Una que sepamos todos
myway sindocumentos quedándoteoyéndote something beastofburden onmyown respect someonelikeyou purplerain bohemianrhapsody heyjude viernes3am naranjoenflor lavieenrose goodbyestranger romeo&juliet pennylane osolemio valerie igetweak contigoaprendí chegadesaudade fatherandson patience everybodyhurts fixyou ijustcalledtosayiloveyou diosesmiviejo vidaenabundancia laincondicional separatelives thesoundofsilence thegambler lagoenelcielo…
“Las preferencias inciden en los resultados: el estudio sugiere que la música que elige el propio paciente tiene mejores efectos en su tratamiento que si la elige otra persona, lo que tiene sentido. Según la American Music Therapy Association, la música provoca distintas respuestas según la familiaridad, predictibilidad y sentimientos de seguridad a la que se asocie. Para un estudio que exploraba la incidencia de la música en la relajación arterial, se testearon dos grupos: uno de aficionados a la música clásica y otro de aficionados al rock. Y los resultados revelan con toda claridad que los primeros responden mejor a la melodías clásicas y los segundos, efectivamente, al rock. A un fanático de la ópera, un aria puede producirle un efecto muy calmante, pero a otra persona puede despertarle exactamente lo contrario”, dice la nota de Harvard Health.
“El que canta, reza dos veces”, dijo San Agustín, uno de los santos de la Iglesia Católica, aunque todas las religiones del mundo incluyen el canto en sus rituales. Om, por ejemplo, la sílaba poderosa que abre y cierra la clase de yoga y que tiene múltiples significados e implicancias para el hinduismo, es una vibración que calma el sistema nervioso. “Como cualquier canto, ayuda a enfocar la mente que, en ese estado, se vuelve impermeable a los malos pensamientos. Nos saca de la vida ordinaria y nos pone casi inmediatamente en un estado contemplativo”, escribe Valerie Reiss para Huffington Post.

No es tan fácil de hacer. Reiss lo enseña:

  • Para la “a” que precede al “om”, relajá la mandíbula. El sonido sale de la panza, los labios están ligeramente entreabiertos y la lengua no toca el paladar.
  • Para la “o”, los labios dibujan un círculo mientras el sonido pasa de la panza al corazón.
  • Para la “m”, la lengua sube al paladar, los labios se juntan para producir un zumbido que retumba en la cabeza. Algunos dicen que esta letra debe sonar dos veces más que las otras.
  • La cuarta letra es el silencio, que sigue mientras el sonido se evapora.

Observá cómo te sentís ahora.

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