Editorial Nº43 – “La reacción”

Mi columna dominical pretende ser realidad (o no) y ficción (o no) semana tras semana. Una mezcla de temperaturas. Es la forma que encuentro para mostrarles que lo importante es lo que pasa entre foto y foto.

Buscaré aquí un guiño que vaya bocetando el propio sistema de creencias de una persona normal, que intenta un balance para que la vida tenga sentido todo el tiempo. Salud!

FRÍO Y CALOR

Al final todo tiene que ver con nosotros mismos.

No importa qué nos dijeron o nos hicieron. Porque si aprendemos a liberar la mente antes de reaccionar: somos libres. Tan fácil decirlo mientras lo escribo. Cuánto nos cuesta. Sigo en el pupitre de la aprendiz.

Siempre es la mente contra la mente.

Y siempre quien no reacciona, tiene el poder.
Siempre, quien no reacciona, tiene-el-poder.

Pero a veces nos sentimos traicionados. A veces, hay traición. Y reaccionamos.
Pero,
si esa traición se aprende a entender desde la herida ajena, la traición,
de sa pa re ce.

Esto es lo que debemos incorporar. Y perdonar. Aunque no toque en ese orden. Para poder avanzar-nos.

Esta es nuestra invitación hoy.

Acá esta la paz.
Acá está la libertad.

Como trata de enseñarnos nuestra nota de hoy, las reacciones intempestivas suelen estar vinculadas a heridas del pasado más o menos traumáticas, más o menos recientes, que no elaboramos (ni conocemos siquiera a veces) lo que explica ese extrañamiento de nosotros mismos que nos queda cuando las reacciones -nos -ganan.

Es espectacular este concepto que Carmen trae en la nota y que Freud llamó “compulsión a la repetición” para nombrar la manera en la que el inconsciente actúa aquello que reprimimos.

¿Y qué hace el inconsciente?

LO REPITE. Y LO REPITE. Y LO REPITE.
Es entonces cuando nos escuchamos diciendo lo mismo.

O sintiendo lo mismo.

O reaccionando igual.
O eligiendo, eligiendo? siempre el mismo tipo de vínculo que nos trata de la misma forma, y todo para agenciarnos aquel dolor que conocemos tanto. Porque hay que sentirlo para legitimarlo, para curarlo.

Qué barbaridad.

“La repetición es una legitimación. Usted repite sobretodo aquello de lo que quiso huir, eso que lo ha hecho sufrir, pero porqué? Para qué? Para de alguna manera perdonar. Legitimar retroactivamente un sufrimiento pasado. Nadie es culpable, ni usted ni ellos, no podría haber sido de otra manera, la vida es así. Como si la fatalidad señalara la posibilidad misma de la supervivencia ”. Dice es libro que me pasó Carmen mientras trabajaba. Se llama “En caso de Amor” y lo escribió Anne Dufourmantelle.
Me lo voy a comprar, ya le dije.

Yo le digo mucho a mis amigas, que no hace falta quedare cantando “La vida me engañó”. Adelante, muchachas.
Vamos.

Claudia Luchetti es concreta y profesional y recomienda liberarnos de viejos patrones permitiéndonos vivir bien en el presente, dejándonos de estar sujetos a viejas circunstancias.

De nuevo. Adelante. Muchachas. Muchachos.

Acá nuestro sistema de alerta interno pienso que es clave.

Está en la mente.
Nos lo debemos.

Salud!

L.-