Jengibre

“El jengibre (Zingiber officinale) es una planta perenne nativa de Asia que se usa en China y en India desde tiempos inmemoriales. Hacia el siglo I a.C., los comerciantes importaron los rizomas a la Cuenca del Mediterráneo y para el siglo XI ya era conocido en Inglaterra. Luego de la conquista, los españoles empezaron a producirlo en México y, hacia 1550, hay registros de tráfico de jengibre entre Jamaica y España. Jamaica es, de hecho, uno de sus productores más importantes. El jengibre es una de las primeras especies tropicales que ingresaron a Europa. En el comercio de especias, era la segunda en importancia después de la pimienta negra”, dice The New York Times.
El jengibre es una planta vivaz. Lo que comemos son sus raíces, que tienen esa tuberosidad característica. Tiene un perfume fuerte y un sabor entre alimonado y picante.
Dioscórides, un médico de la Antigua Grecia, dijo de él: “El jengibre tiene raíces pequeñas blanquecinas, olorosas y del gusto de la pimienta. Cómese útilmente el jengibre, y suélese mezclar en las salsas. Tiene virtud de calentar, y de digerir. Ablanda el vientre ligeramente, y es muy agradable al estómago. Resuelve los impedimentos que ofuscan la vista, y se mezcla en las medicinas contra veneno tóxicos.”
Alivia las molestias de la menstruación, reduce hasta un 25% los dolores del cuerpo después del ejercicio y dicen que en Las Mil y Una Noches se reconoce su poder afrodisíaco (no podemos asegurarlo porque no lo leímos completo).

TheG entrevistó a Clara Schmiegelow, Doctora en Acupuntura y Medicina Tradicional China.

¿Cuáles son las propiedades del jengibre fresco y del deshidratado?
“Las propiedades difieren mucho si es fresco o deshidratado. El jengibre es una raíz de energía caliente y, en su versión seca, calienta el centro del sistema digestivo. Así ayuda en los problemas digestivos, pero también resuelve el frío en el cuerpo, en el útero, las manos y los pies fríos… También tonifica el estómago y lo hace descender, y por eso frena náuseas, eructos, vómitos. Tiene además otras propiedades: ayuda a eliminar agentes tóxicos del cuerpo, armoniza el sistema hepático y trabaja sobre el pulmón. Cuando se consume fresco es otra cosa, porque se transforma en lo que llamamos un picante extremo, que actúa expulsando hacia afuera con calor. Lo que hace es usar tu calor interno y llevarlo hacia afuera y hacia arriba, y es por eso que se usa en los comienzos de una enfermedad. Cuando me estoy resfriando y estoy en esos primeros días de chuchos, fiebre y dolor de garganta, consumir jengibre fresco empuja el resfrío hacia afuera con toda la energía de mi cuerpo y hace de barrera para lo que está queriendo entrar. Pero si uso el jengibre fresco cuando ya pasó esa primera etapa (y sigo con el dolor de garganta y los mocos pero porque el bicho ya está adentro), lo que voy a hacer es justamente ayudar a que el problema se haga crónico porque termino enfriando el cuerpo y perdiendo la solidez interna que se necesita para pelear contra la enfermedad. Si el bicho está adentro y yo llevo mi calor (que es lo que me da la fuerza inmunitaria) hacia arriba y hacia afuera, le habilito el canal de entrada y logro que se haga cada vez más profundo. Por eso no debe usarse todo el tiempo.”

Pero además tiene un sabor contundente, ¿por qué te referís solamente a sus propiedades calóricas?
“Cuando analizás una materia para ver qué efecto va a tener en el cuerpo, tenés que observar qué energía tiene. El jengibre es energía caliente. En polvo se puede usar todo el invierno, sobre todo las personas friolentas. Pero hay que tener en cuenta que da calor, así que también puede empeorar un rush, por ejemplo. El fresco es de verano y elimina el calor. Por eso los currys de Tailandia se hacen con jengibre fresco rallado.”

¿Cómo indicarías consumirlo para combatir las náuseas?
“Si es polvo, se le agrega agua hirviendo al polvo, y después se puede mezclar con lo que sea: con limón, con cúrcuma, etc. Si es fresco, se ralla con un rallador de esos que hacen puré, como el que se usa para la cáscara de limón y de naranja, y se incorpora al agua hirviendo.”

¿Tiene vida útil?
“Dura hasta que se va secando.”

¿Se pela antes de consumir?
“No hace falta. Si te molesta la cascarita, sí, pero no es necesario.”

¿Cómo te gusta consumirlo a vos?
“Me gusta usar el polvo en infusiones y fresco para preparar los currys tailandeses que acabo de contar, que son mi comida preferida. Cuando preparo estos currys, pongo el jengibre rallado primero con un poco de aceite de oliva para potenciar su sabor. Recién después le agrego los otros ingredientes. Me gusta mucho el sabor que impregna en guisos o sopas cuando lo pongo primero en la cocción.”

CURRY TAI CON NOODLES, by GWYNETH PALTROW

Qué lleva (Para 1 persona)

  • 1/2 cucharadita de pasta de curry
  • 1 cucharadita de aceite de coco
  • 1 cucharada de tamari (salsa de soja sin gluten)
  • 2 cucharadas de leche de coco
  • 1/2 cucharadita de jengibre fresco picado
  • 2 cucharadas de chauchas en fina juliana
  • 1 hongo shiitake en juliana
  • 1 cucharada de echalote picado
  • 1/3 taza de fideos soba (se consiguen en el Barrio Chino)
  • 1 cucharada de cilantro fresco picado
  • 1 cucharada de albahaca fresca picada
  • 1/4 de lima

Cómo se hace
Poner el aceite de coco, el jengibre, la pasta de curry y la leche de coco en un bol. Agregar las verduras y los fideos y, por encima, el cilantro, la albahaca y la lima con su cáscara. Tapar y llevar a la heladera. Al momento de consumir, quitar la lima, agregar agua hirviendo y dejar reposar durante 5 minutos. Incorporar el jugo de lima y revolver bien antes de comer para asegurarse que la pasta de curry esté bien disuelta.

@claramedicinachina