“Él es un sentimiento. Es más que nada un sentimiento porque murió antes de nacer. Nació muerto. No es que esto lo defina, pero la definición importa. Se suponía que yo iba a ser su portal, el paso de su vida a la nuestra, pero se fue a otro mundo, totalmente desconocido para mí. Se suponía que su vida empezaba con su nacimiento, pero tuve que aprender que su historia empezó mucho antes, y también aprendí que va a prolongarse mucho después. Fueron regalos: su vida y su muerte. Tampoco yo vivía antes de esto”, dice el Prólogo de este libro, que es la memoria de una madre que pierde a su primer hijo.
Emma Hansen estaba cursando su semana 39 cuando sintió que algo andaba mal con su panza, que el bebé no se movía. Lo que sigue es el desenlace menos pensado: corrida al hospital, ecografía, la confirmación de que no hay latidos y el parto del bebé más bello y más quieto que sus padres jamás hubieran imaginado. Hansen da a luz a su hijo Reid entre lágrimas. Lo que pasó es algo raro, algo que se da apenas en el 2% de los embarazos: un nudo perfecto en el cordón umbilical.
“Nos explican que el bebé debe haber dado un par de vueltas cuando era muy pequeño y lo anudó sin querer. Luego, cuando se puso en posición para nacer, debe haberse tensado. Por un lado, es un alivio saber que su muerte no se debió a algo que hicimos o dejamos de hacer. Y a la vez es terriblemente doloroso: murió totalmente fuera de nuestro control. No podríamos haberlo protegido de lo que pasó”, escribe Hansen.
Nueve días después del parto de Reid, Hansen publicó una entrada en su página web para compartir la historia de lo que pasó, con fotos de la sala de parto en aquel día horrible. Ante su sorpresa, mientras lidiaba con un dolor insoportable, el ensayo se viralizó y Emma empezó a recibir apoyo de distintos lugares del mundo. Sin buscarlo, Emma Hansen se convirtió en la voz de las mujeres cuyos hijos nacen muertos, que suman dos millones por año y que no tienen tanta visibilidad como otras causas de salud.
Still se publicó este año y ya es un bestseller mundial.