“La caja de herramientas del bienestar es distinta para cada persona. Para mí, el botón de reset más poderoso es la comida. No sé si existen las pociones mágicas, pero comer clean se le parece mucho. […] Cuando digo clean, la gente se imagina que me alimento a base de kale, leche de avena, polvo de algas, wheatgrass, y quién sabe qué otras cosas que de hecho jamás comería. También hago una detox una vez al año, pero esto no tiene nada que ver con castigarme por comer hamburguesas y tomar whisky el resto de los días. Comer clean es una referencia, no es una elección moral, y tampoco debería tomarse como una acto de privación.”
Así lo explica GP en la Introducción a The Clean Plate, comer, resetear, curar, que incluye más de 100 recetas y seis detox respaldadas por profesionales.
“Todo en este libro se pensó siguiendo los postulados esenciales de la alimentación clean según criterios médicos, de manera que le sirvan a cualquier persona que está haciendo una detox o que tenga alguna intolerancia alimenticia. La idea es usarlas todo el tiempo, porque fueron creadas no pensando en lo que falta en el plato sino en lo que hay sobre él. Me concentré en elegir comida que sea tan nutritiva como sabrosa. Cuidarse y amarse son palabras que están un poco gastadas a esta altura, pero me parece que estos conceptos no están tan presentes en la cocina o cuando nos sentamos a comer.”
“Lo que hace especial a este libro es que contiene recetas que forman parte de seis programas detox de distinta duración -cada una de ellas avalada por un profesional de la salud y diseñada para acompañar al cuerpo a través del desafío de la limpieza. Pienso en estas detox como un portal al poder nutritivo de la comida.”
Como es de imaginar, algunos ingredientes están out en las recetas de este libro: alcohol, cafeína, lácteos, gluten, frutos secos, procesados y azúcares, carne roja y soja. También quedan afuera los tomates, morrones y berenjenas, porque pueden provocar inflamación No es para desesperar, igual, porque el libro viene con alternativas de reemplazo. Por ejemplo: para hacer una salsa de tomate sin tomate, hay una receta genial con calabaza y remolacha. Fideos de zucchini para cortar el gluten. O pasta de garbanzos, lenteja y arroz en vez de los almidones tanos. La limitación llama a la innovación, dice el dicho, y en este libro hasta los consagrados tienen una alternativa: en Clean la clásica hamburguesa es una hamburguesa de pavo envuelta en lechuga y coronada con palta, pickles y mayonesa vegana.
El libro está dedicado a su flamante esposo: “Para Brad, mi compañero de mesa favorito, quien me enseñó que nunca es demasiado tarde para empezar de nuevo.”