Greenlights

“Este no es un libro de memorias en el sentido tradicional. Sí, cuento en él historias del pasado, pero no tengo ningún interés en ponerme nostálgico o sentimental. Tampoco es un libro de consejos. Aunque no tengo nada contra los predicadores, no estoy acá para decirte lo que tenés que hacer. Este es un libro de aproximación. Estoy acá para compartir historias, revelaciones y pensamientos que podés entender y, si querés, adoptar. Este es un libro para jugar basado en las aventuras de mi vida. Aventuras que fueron muy importantes, reveladoras y graciosas. Soy por naturaleza optimista, y el humor es mi gran maestro: me ayudó a lidiar con el dolor, con las pérdidas y con mi falta de confianza. No soy perfecto, no. Meto la pata todo el tiempo y reconozco cuando lo hago. Solamente aprendí a sacar la pata del agujero y seguir adelante. Porque todos la cagamos a veces. Nos metemos en callejones sin salida, jodemos a otros, nos joden, nos enfermamos, no conseguimos lo que nos proponemos, mil veces caemos en debería haber hecho otra cosa o qué mierda esto que me pasó. Pisar mierda es inevitable, así que nos quedan dos opciones: o lo vemos como una señal de buena suerte o aprendemos a no hacerlo tan seguido”, escribe Matthew McConaughey en la introducción a este libro, que se llama Greenlights porque, como dice el autor, cuando uno aprende a lidiar con lo inevitable de la vida es como agarrar la onda verde con el auto.
Greenlights es un libro honesto y sin rodeos. Es la historia de un hombre de 50 años que todos conocemos porque es famoso pero que en verdad no conocemos hasta que leemos el libro. Porque es feroz y apasionado, como imaginamos que es McConaughey, pero mucho más. Porque, aunque Shakespeare decía que la vida es un escenario, todos sabemos que va sin ensayo.