Salud sexual

En el libro The Sex Issue, el psicólogo Barry Michels propone su fórmula para mantener la pasión en una relación (o para volver a encenderla si se apaga).

“Probá esto: ponéle una calificación (de A a F) al esfuerzo que hacés por construir una intimidad copada con tu pareja. Ahora ponéte una calificación por el esfuerzo que hacés para llevar adelante otras cosas, como la casa, los chicos, el trabajo, tu vida social, etc. La mayoría de las personas se pone A o B en esas otras cosas -no se olvidan de buscar a su hijo en el colegio, o entregar un trabajo importante- pero la nota que se ponen en intimidad siempre está entre D y F. Entonces, el primer paso para encender la intimidad sexual es un cambio en la lista de prioridades. Tenés que pensar tu vida sexual como la plataforma de despegue de todo lo que querés lograr en la vida, incluyendo hijos saludables, una buena carrera, la felicidad de los amigos o inclusive un pasatiempo.”

“Para ser más específico, es tu responsabilidad crear un aire de intimidad sexual todo el tiempo, especialmente cuando no estás teniendo sexo. Es como guiñarle un ojo a tu pareja porque lo ves como un ser sexual, y porque no te olvidás de esa dimensión de la vida. Esto arma algo importante: un contexto en el que, aunque no esté pasando nada en ese momento preciso, el sexo sobrevive. Y se puede hacer de muchas formas, te invito a que te pongas creativo. Puede ser tocar a tu pareja de una manera especial en algún momento del día, o dejarle un mensaje sexy en algún lado. También puede ser el tono en el que le decís te amo, no ya como una obligación sino como una declaración cargada de sentido. No pases por al lado de tu pareja en la cocina como si fuera un mueble: tóquense, dense un beso. Estas pequeñas inyecciones de sexo -verbales, faciales, físicas, hasta energéticas- son la sangre de la intimidad. También le dan luz verde a tu pareja para que se anime a responder de la misma forma.”

UN EJERCICIO

“A mis pacientes les recomiendo que hagan esto con su pareja por lo menos una vez por semana antes de irse a la cama. Primero hay que asegurarse de que no los van a interrumpir los niños, o el teléfono, y de que disponen de 60 segundos para ustedes. Entonces:

  1. Mírense a los ojos. No trates de interpretar lo que tu pareja está sintiendo. En vez de eso, aunque se esté mirando a los ojos, concentráte en lo que pasa adentro tuyo.
  2. Visualizá tu parte más vulnerable. (Es tu sombra, la parte tuya que te da más pudor mostrar.) Enamoráte y contené a esa parte tuya, de la misma manera que lo harías con un niño que le tiene miedo a la oscuridad.
  3. Abrí tu corazón y, muy lentamente, pensá en sacar tu sombra de su escondite y mostrársela a tu pareja. Si lo estás haciendo bien, va a demandar algo de coraje, porque no es nada fácil hacerlo. De nuevo, que no te importe cómo va a reaccionar la otra persona. El objetivo es revelar tu sombra sin vergüenza.
  4. Si de repente te parece que el otro te está juzgando, tal vez seas vos quien lo está haciendo. Así que mejor consolidá tu sombra volviendo a los pasos 2 y 3. Y volvé a repetirlos tantas veces como sea necesario.”